El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón ha anunciado una nueva política para cubrir los costos de parto a través del seguro público de salud, eliminando así el subsidio único actual para embarazadas y cuidado infantil. Se espera que las revisiones legales necesarias se realicen durante la próxima sesión ordinaria de la Dieta el próximo año.
Actualmente, los costos de los partos normales no están cubiertos por el seguro público de salud y son determinados por cada institución médica. Para ayudar a cubrir estos gastos, el gobierno ha estado proporcionando un subsidio único a las futuras madres a través de organizaciones como las asociaciones de seguros de salud desde 1994. Este subsidio ha aumentado de ¥300,000 a ¥500,000, pero se ha observado un ciclo en el que las instituciones médicas aumentan las tarifas de parto, lo que lleva al gobierno a aumentar el subsidio, y luego las instituciones médicas vuelven a aumentar las tarifas.
La nueva medida busca poner fin a esta dinámica. Según una encuesta del ministerio, el costo promedio nacional de un parto en el año fiscal 2024 fue de ¥520,000, mientras que en Tokio ascendió a ¥650,000, siendo las tarifas más altas en áreas urbanas. Esta iniciativa responde a la necesidad de reducir la carga económica para las futuras madres, como parte de las medidas para contrarrestar la baja tasa de natalidad.
Sin embargo, las instituciones médicas han expresado su preocupación de que un precio oficial uniforme para el parto, establecido por el gobierno, pueda empeorar su situación financiera. Muchas instituciones incluyen en sus tarifas los costos de comidas de lujo y fotografía conmemorativa, servicios que no están directamente relacionados con el tratamiento médico y que podrían verse afectados por un precio oficial único.
La atención obstétrica implica inherentemente costos elevados, debido a la necesidad de contar con personal suficiente disponible las 24 horas del día. En los últimos 30 años, el número de instituciones médicas que ofrecen servicios de parto se ha reducido a la mitad, y existe el temor de que más instituciones dejen de brindar atención si consideran que la cobertura del seguro de parto elimina sus posibles ingresos.
Al establecer un precio oficial, es fundamental tener en cuenta la situación financiera de las instituciones médicas. Se sugiere considerar la posibilidad de proporcionar tarifas de servicios médicos adicionales a las instituciones rurales que enfrentan una escasez de obstetras, así como a las clínicas para garantizar una dotación de personal adecuada. Además, se debe evitar generar una sensación de injusticia en comparación con los partos normales, ya que las mujeres que se someten a una cesárea también reciben un pago único, pero deben cubrir una parte de los costos quirúrgicos de su bolsillo. El gobierno planea subsidiar parcialmente estos costos quirúrgicos si se establece un precio oficial para los gastos de parto.
(Fuente: The Yomiuri Shimbun, 23 de diciembre de 2025)
