Una mañana tranquila en el Cable Natural History Museum dio inicio a un día dedicado a la enseñanza sobre las adaptaciones de los animales en las escuelas locales. Siempre me ha fascinado cómo cada criatura ha desarrollado estrategias únicas para sobrevivir en su entorno.
Mientras conducía por la Highway 63 hacia el norte, disfrutando del pintoresco paisaje de Northwoods, algo llamó mi atención: una mancha oscura en la copa de un árbol distante. Inicialmente pensé que podría ser un nido de ardilla, pero al acercarme, descubrí que era un puercoespín. La curiosidad me invadió: ¿qué hacía este animal tan alto en un árbol en plena caída?
La respuesta reside en sus hábitos alimenticios. Con la llegada del otoño y el invierno, los puercoespines cambian su dieta. Dejar de alimentarse de la vegetación del suelo y las hojas, para concentrarse en los árboles y arbustos, pasando largas horas en un solo ejemplar. Buscan la capa de cámbium y floema, la zona viva entre la corteza y la madera, responsable del transporte de azúcares. Este cambio, de una dieta variada en verano a una basada en árboles en invierno, supone una reducción drástica en el valor nutricional de su alimento.
Como muchos animales, los puercoespines acumulan grasa durante el verano para prepararse para el invierno. En promedio, comienzan el invierno con alrededor del 50% de su peso corporal en grasa, similar a un oso polar o una foca. Sin embargo, han desafiado las estrategias de supervivencia típicas. No hibernan, no se refugian en madrigueras para conservar energía, ni almacenan comida. En cambio, se quedan en las copas de los árboles, expuestos a los elementos, consumiendo alimento con un valor nutricional mínimo. Sorprendentemente, estudios recientes indican que solo pierden un promedio del 35% de su grasa corporal durante el invierno. Esta baja pérdida de grasa demuestra su capacidad para adaptarse y sobrevivir con una dieta pobre en condiciones climáticas adversas. ¿Cómo lo logran?
Las investigaciones concluyen que la tasa metabólica de los puercoespines disminuye en invierno, reduciendo sus necesidades de energía. Esta baja demanda energética, combinada con una alta tolerancia a las deficiencias nutricionales, su escasa actividad al alimentarse y sus grandes reservas de grasa iniciales, les permite minimizar la pérdida de masa corporal y sobrevivir al invierno.
Pero las impresionantes adaptaciones del puercoespín no terminan ahí. Cuando la comida más nutritiva vuelve a estar disponible, pueden aprovechar rápidamente esos nutrientes para recuperar peso, una habilidad poco común entre los herbívoros. Incluso cuando reaparece el alimento de calidad, otras especies herbívoras son incapaces de ajustar su metabolismo y procesar los nutrientes de manera eficiente, impidiéndoles ganar peso rápidamente. Una vez más, el puercoespín demuestra ser una especie extraordinariamente adaptable.
Una de las adaptaciones más conocidas de los puercoespines son sus púas. Estos animales ambulantes llevan alrededor de 30,000 púas, pelos huecos especializados que cubren su cuerpo. Las púas son su principal defensa contra los depredadores, y una defensa bastante efectiva. No solo es doloroso ser pinchado por una púa, sino que cada una está equipada con micro-barbas puntiagudas. Una vez incrustadas en la piel, estas barbas se enganchan en los tejidos como pequeños anzuelos, haciendo que la extracción sea dolorosa y peligrosa si la púa se rompe. La brutalidad de las púas del puercoespín no termina ahí: las diminutas barbas se clavan aún más profundamente a medida que la víctima se mueve, y el calor corporal hace que se expandan, aumentando el dolor y la dificultad para retirarlas.
Entre sus inusuales adaptaciones para sobrevivir al invierno y sus peligrosas púas, los puercoespines son una maravilla de la naturaleza. Podría pasar días observando las complejas adaptaciones que han desarrollado para sobrevivir en su hábitat. Para mi sorpresa, al regresar por la Highway 63 después de un día de enseñanza, el puercoespín que había visto por la mañana seguía allí, sin duda poniendo en práctica sus adaptaciones invernales mientras buscaba ramitas y corteza en lo alto del árbol.
El Cable Natural History Museum lleva más de 50 años conectándote con Northwoods. ¡Nuestro calendario de invierno está abierto para inscripciones! Visita nuestra nueva exposición, “Becoming the Northwoods: Akiing (A Special Place). Síguenos en Facebook, Instagram, YouTube y cablemuseum.org para ver lo que estamos haciendo.
