Con más de tres décadas de experiencia en el servicio público, Salih ha sido elegido para defender los derechos de los refugiados y desplazados. Ocupó la presidencia de Irak entre 2018 y 2022, y previamente desempeñó cargos de primer ministro del Gobierno Regional del Kurdistán en dos periodos, así como viceprimer ministro de Irak y ministro de Planificación, participando activamente en la reconstrucción del país tras el inicio de la guerra en 2003.
La ONU ha destacado su “experiencia diplomática, política y administrativa de alto nivel”, junto con una visión humanitaria forjada en la gestión de crisis, la defensa de los derechos humanos y la implementación de reformas institucionales.
En su primera declaración tras ser elegido, Salih, quien se identificó como un exrefugiado, enfatizó que su experiencia personal le permitirá liderar con empatía, pragmatismo y un firme compromiso con el derecho internacional. Su prioridad será, según sus palabras, “defender los derechos y la dignidad” de las personas refugiadas y desplazadas, buscando “soluciones duraderas” para que el desplazamiento sea temporal y no una condición permanente.
Salih expresó su intención de colaborar estrechamente con el personal de ACNUR, los Estados, los socios, las comunidades de acogida y, fundamentalmente, con las propias personas refugiadas, con el objetivo de promover la protección y soluciones adaptadas a los desafíos del siglo XXI.
ACNUR, que este mes celebra 75 años de trabajo en favor de las personas desplazadas, opera en 128 países con un equipo de más de 14.600 miembros, de los cuales el 90% se encuentra desplegado en terreno, a pesar de los recortes en la financiación humanitaria.
