El gigante tecnológico surcoreano Samsung SDI ha anunciado su preparación para lanzar al mercado las tan esperadas baterías de estado sólido (ASSB). Este avance es resultado de un acuerdo tripartito entre Samsung SDI, el fabricante de automóviles BMW y la empresa estadounidense Solid Power, especializada en soluciones energéticas innovadoras. La nueva tecnología promete una ventaja significativa (“super-gap”) sobre el resto de la industria, ofreciendo parámetros inalcanzables para las actuales baterías de iones de litio.
La principal ventaja de estas nuevas baterías reside en su densidad energética, que alcanza los 500 vatios-hora por kilogramo. Este valor es casi el doble que el de las baterías convencionales, lo que se traduce directamente en una menor masa y volumen del conjunto, al tiempo que aumenta el rendimiento. En la práctica, esto significa que los vehículos eléctricos equipados con la solución de Samsung podrán recorrer una distancia de 600 millas, equivalentes a aproximadamente 965 kilómetros, con una sola carga. Además, el proceso de recarga, desde casi cero hasta el lleno, podría completarse en tan solo 9 minutos, lo que supone una mejora drástica en comparación con los estándares actuales, donde una carga rápida al 80% suele tardar alrededor de 45 minutos.
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“Los preparativos de Samsung SDI para la producción en masa de productos de nueva generación, como las baterías totalmente sólidas, están en una fase avanzada, ya que pretendemos liderar el mercado global de baterías gracias a nuestra tecnología “super-gap” inigualable”, declaró Yoon-ho Choi, director general de Samsung SDI.
Alianzas estratégicas y pruebas en electrónica de consumo
La introducción de la tecnología de estado sólido en el mercado automotriz no se producirá de forma inmediata y a gran escala. Según el cronograma resultante de la colaboración tripartita, Samsung suministrará a BMW celdas que utilizan el electrolito sólido desarrollado por Solid Power. El fabricante alemán de automóviles se encargará posteriormente de desarrollar módulos y paquetes de baterías completos, que se integrarán en vehículos de prueba de nueva generación. Se prevé que los primeros prototipos de estos vehículos salgan a la carretera a finales de 2026.
Sin embargo, antes de que esta tecnología llegue al sector automotriz, Samsung planea probarla a menor escala. Se espera que las baterías ASSB debuten en dispositivos de electrónica de consumo ya en 2026. Uno de los primeros productos en incorporar esta solución será el anillo inteligente Galaxy Ring. Este enfoque permitirá a la empresa recopilar datos valiosos sobre el funcionamiento de las celdas en condiciones reales antes de su implementación en dispositivos más exigentes, como teléfonos inteligentes, portátiles y, finalmente, automóviles.
Seguridad y durabilidad para décadas
La principal diferencia entre las nuevas celdas y las baterías de iones de litio estándar es la sustitución del electrolito líquido por una sustancia sólida. Este cambio es fundamental para la seguridad de los vehículos eléctricos. El electrolito sólido no es inflamable, lo que elimina casi por completo el riesgo de incendio en caso de daños mecánicos o sobrecalentamiento de la batería. Este es uno de los argumentos más sólidos a favor de la adopción masiva de esta solución en el transporte público y privado.
Otro aspecto que atrae la atención de los analistas del mercado es la durabilidad de las nuevas celdas. Samsung declara que sus baterías de estado sólido podrán soportar hasta 2000 ciclos de carga y descarga. Con un alcance estimado de 600 millas, esto se traduce en una distancia total recorrida de 1,2 millones de millas (casi 2 millones de kilómetros) en un período de explotación de 20 años. Esta vida útil supera significativamente la de la mayoría de los automóviles de combustión interna actuales, lo que podría reducir drásticamente el coste total de propiedad (TCO).
En la construcción de las nuevas celdas, Samsung ha utilizado una combinación innovadora de materiales. El ánodo está compuesto por una capa de plata-carbono, mientras que el cátodo utiliza un material de níquel-manganeso-cobalto. La elección de la plata no es casual: es un metal con la mayor conductividad eléctrica y, según los datos proporcionados por el fabricante, también es más accesible en la corteza terrestre que el litio, lo que a largo plazo podría influir en la estabilidad de las cadenas de suministro y los costes de producción.
