Un aumento significativo en los casos de sarampión, particularmente en el brote continuo en Carolina del Sur, ha puesto a Estados Unidos al borde de perder su estatus de eliminación de la enfermedad.
El Departamento de Salud de Carolina del Sur informó el martes sobre 20 nuevos casos de sarampión desde el viernes, elevando el total estatal este año a 179. Esta cifra es superior al número de casos de sarampión registrados en todo Estados Unidos en seis de los últimos diez años.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), este año el país ha contabilizado más de 2,000 casos de sarampión, el 93% de los cuales se han producido en personas no vacunadas o con estado de vacunación desconocido. Esta es la cifra más alta en 25 años, desde que se consideró que la enfermedad había sido eliminada en Estados Unidos.
El sarampión se considera eliminado en un país cuando deja de propagarse de forma constante durante un año completo. En Estados Unidos, ese plazo se acerca rápidamente: la transmisión de esta enfermedad altamente contagiosa se ha mantenido desde alrededor del 20 de enero. A menos que esta tendencia cambie drásticamente en las próximas tres semanas –algo poco probable– el país podría perder su estatus de eliminación, tal como le ocurrió a Canadá en noviembre.
La Dra. Linda Bell, epidemióloga estatal de Carolina del Sur, declaró en una rueda de prensa el martes que la transmisión del sarampión continúa en hogares, escuelas e iglesias, y que 287 personas están en cuarentena para ayudar a limitar la propagación.
“Anticipamos más casos hasta bien entrado el mes de enero”, afirmó.
Casi todos los casos de sarampión en Carolina del Sur este año están relacionados con un brote en el condado de Spartanburg, en el noroeste del estado.
La gran mayoría de los casos se han producido en personas no vacunadas, principalmente niños de entre 5 y 17 años.
“Creemos que las fiestas contribuyeron a esto”, dijo Bell, refiriéndose a la transmisión del sarampión en reuniones familiares y durante los viajes.
Al menos tres personas en Carolina del Sur han sido hospitalizadas debido a complicaciones del sarampión, según el departamento de salud.
El aumento de los casos de sarampión en Estados Unidos este año se atribuye principalmente a la disminución de las tasas de vacunación infantil y al aumento de las exenciones a las vacunas. Menos del 93% de los niños de jardín de infantes recibieron dos dosis de la vacuna combinada contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) para el año escolar 2024-25, en comparación con el 95% en el año escolar 2019-2020. Se necesita una tasa de vacunación de al menos el 95% para frenar la propagación del virus.
Un gran brote de sarampión en el oeste de Texas este año representó una parte importante del total de Estados Unidos –alrededor de 760 casos vinculados al brote se registraron de enero a agosto–. Estuvo centrado en el condado de Gaines, donde los niños de jardín de infantes tenían una tasa de vacunación contra el sarampión del 77% en el año escolar 2024-25. Algunas familias afectadas optaron por remedios no probados, como vitaminas y aceite de hígado de bacalao, en lugar de las vacunas contra el sarampión.
Dos niños en edad escolar no vacunados en Lubbock, Texas, murieron a causa del sarampión, al igual que un adulto no vacunado al otro lado de la frontera en Nuevo México que no buscó atención médica.
Antes de este año, Estados Unidos no había registrado una muerte por sarampión en aproximadamente una década.
Además del brote actual en Carolina del Sur, los casos de sarampión están latentes en Arizona y Utah como parte de un brote que comenzó a finales del verano. Y solo la semana pasada, el condado de Washoe, Nevada, registró su primer caso de sarampión desde 2018. Las autoridades sanitarias también han advertido sobre posibles exposiciones al sarampión en los aeropuertos internacionales Newark Liberty, Boston Logan y Denver.
Muchos expertos en salud pública han expresado su preocupación por los mensajes federales sobre las vacunas desde que Robert F. Kennedy Jr. asumió el cargo de Secretario de Salud y Servicios Humanos en febrero. Aunque Kennedy ha pedido a la gente que se vacune con la vacuna MMR, también ha presentado la vacunación como una elección personal, ha enfatizado tratamientos no probados como los esteroides y los antibióticos, y ha afirmado falsamente que la inmunidad de las vacunas contra el sarampión disminuye rápidamente.
Los síntomas comunes del sarampión incluyen una erupción cutánea con manchas, fiebre alta, tos, secreción nasal, ojos rosados o llorosos y manchas blancas en el interior de las mejillas. Los casos graves pueden progresar a neumonía o inflamación del cerebro. El virus puede permanecer en el aire hasta dos horas después de que una persona infectada se haya ido. Sin inmunidad de una vacuna o una infección previa, alrededor del 90% de las personas expuestas al sarampión lo contraerán.
Los departamentos de salud estatales y del condado continúan enfatizando que las vacunas son la mejor manera de prevenir la enfermedad. Dos dosis son efectivas en un 97% y generalmente ofrecen protección de por vida.
