El asesor principal de la Casa Blanca y redactor de discursos, Stephen Miller, protagonizó una airada reacción en Fox News el martes, en medio de la indignación interna en CBS tras la decisión de la recién nombrada directora de la cadena, Bari Weiss, de suspender una investigación en curso de “60 Minutes” sobre las terribles condiciones en la megacárcel salvadoreña CECOT, donde el presidente Donald Trump ha deportado a cientos de migrantes.
“Que despidan a todos los productores de ’60 Minutes’ involucrados en esta rebelión”, exclamó Miller, conocido por su postura antiinmigrante y por tomar prestadas frases de la Alemania nazi en sus discursos. “Limpieza total, que los despidan. Eso es lo que digo.”
Weiss, quien fue designada como parte de un acuerdo de fusión aprobado por la administración Trump entre la empresa matriz de CBS, Paramount, y Skydance, argumentó que la historia necesitaba una revisión adicional porque la administración Trump no había tenido la oportunidad de comentar, a pesar de que se le ofreció, y porque no se le dio el mismo peso a las afirmaciones de la administración Trump de que los vuelos masivos de deportación eran legales, a pesar de que la Corte Suprema ya había fallado unánimemente en contra.
Esta decisión provocó una protesta del personal de “60 Minutes”, con el presentador de CBS, Scott Pelley, señalando que Weiss ni siquiera había revisado adecuadamente el segmento antes de bloquearlo, y Sharyn Alfonsi, la reportera detrás de la historia, criticando la lógica de Weiss, diciendo: “El silencio del gobierno es una declaración, no un veto. Si la negativa de la administración a participar se convierte en una razón válida para cancelar una historia, les hemos dado efectivamente un ‘interruptor de apagado’ para cualquier reportaje que les resulte inconveniente.”
Weiss ha replicado, afirmando que “la única redacción que me interesa dirigir es una en la que podamos tener desacuerdos acalorados sobre los temas editoriales más espinosos, y hacerlo con respeto”.
Poco después de que se conocieran los informes de que el segmento de “60 Minutes” había sido bloqueado, en realidad se filtró en línea después de que se emitiera accidentalmente en una cadena de televisión canadiense. El segmento presenta una serie de entrevistas con migrantes que estuvieron encerrados en entornos tortuosos, incluyendo al menos a una persona que aparentemente no había cometido ningún delito ni violado ninguna ley estadounidense antes de ser detenida.
