La secuenciación genética realizada por el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB) sugiere que las muestras del virus detectado en jabalíes no coinciden con las muestras disponibles en los laboratorios de referencia, según indicó Òscar Ordeig en rueda de prensa. No obstante, se ha solicitado prudencia a la espera de la confirmación oficial por parte del Ministerio de Agricultura.
Los laboratorios oficiales serán los encargados de determinar las conclusiones definitivas, mientras continúan las investigaciones a nivel nacional y europeo. Estos primeros resultados alivian, por el momento, la presión sobre el IRTA-CReSA, laboratorio público situado cerca de la zona donde se detectaron los primeros casos a finales de noviembre.
El brote de esta enfermedad hemorrágica viral, que no representa un riesgo para la salud humana pero sí es letal para cerdos y jabalíes (con una tasa de mortalidad cercana al 100%), ha generado preocupación en la industria porcina española, que se posiciona como el tercer productor mundial de carne de cerdo.
Hasta la fecha, se han contabilizado 29 jabalíes muertos a causa del virus, todos dentro de un radio de seis kilómetros desde el punto inicial del brote, y no se han detectado casos en granjas de cerdos. Este es el primer brote del virus en España desde 1994.
A principios de diciembre, el Ministerio de Agricultura no descartó la posibilidad de una fuga accidental desde un centro de investigación, tras conocerse que el laboratorio de referencia de la UE había secuenciado el genoma del virus y lo había identificado como una cepa similar a las utilizadas en estudios experimentales.
Sin embargo, los análisis genómicos presentados este martes por el ejecutivo regional indican que el virus presenta características propias, con mutaciones y una deleción significativa que lo sitúan como una variante nueva o no documentada hasta ahora, según comunicó el Departamento de Agricultura.
