La nueva variante H3N2 de la gripe, impulsada por una mutación del virus influenza A, está generando preocupación a nivel mundial, especialmente en países del hemisferio norte que se preparan para el invierno. Esta variante, conocida como tipo “K”, se propagó rápidamente desde Oceanía a Europa, llegando a causar el colapso de sistemas de salud en países como Inglaterra y España.
Ante esta situación, surge la interrogante sobre si esta variante llegará a Argentina y, en particular, a La Plata. La infectóloga Silvia González Ayala, en diálogo con EL DIA, afirmó que “ya se detectaron casos en México y Perú, por lo que es inevitable que llegue al país, sobre todo considerando el flujo de turistas entre ambos hemisferios”. Sin embargo, aclaró que, al encontrarnos en verano, se cuenta con una ventaja, ya que el virus, de ingresar, provocaría casos de gripe similares a los causados por otras cepas.
González Ayala añadió que es posible que el virus ya esté circulando en Argentina, incluso en la Ciudad de Buenos Aires, aunque aún no se haya detectado. Para ello, es fundamental realizar hisopados y registrar los casos de gripe. En caso de que la variante se establezca en el país, la especialista prevé un aumento en los casos de gripe y posibles hospitalizaciones, aunque confía en que el sistema de salud responderá, a pesar de sus limitaciones.
Según el último Boletín Epidemiológico Nacional, analizado hasta el 6 de diciembre, el subclado genético K se ha detectado en más de 34 países, pero aún no ha llegado a Sudamérica.
La importancia de la vacunación
A pesar de ser una cepa nueva, la vacuna antigripal 2025 –la misma utilizada en el hemisferio norte– ofrece una protección parcial, especialmente contra las formas graves de la enfermedad y las hospitalizaciones, según González Ayala. En este contexto, se recomienda a quienes viajen al hemisferio norte que se vacunen con la vacuna antigripal actual al menos 15 días antes del viaje.
El Boletín Epidemiológico Nacional también enfatiza la importancia de las medidas de prevención y control, incluyendo la vacunación, para reducir la gravedad de la enfermedad y las hospitalizaciones asociadas a la influenza. Sin embargo, la cobertura de vacunación actual es baja, llegando a estar un 20% por debajo de lo necesario, lo que ha contribuido a la reaparición de enfermedades prevenibles como el sarampión y la tos convulsa. La profesional advierte que la cepa podría mutar nuevamente y que la Organización Mundial de la Salud ya está trabajando en una nueva vacuna para el 2026.
