Estados Unidos ha aprobado el paquete de armas más grande en su historia para Taiwán, que incluye más de 400 misiles balísticos ATACMS, lo que ha provocado una escalada significativa de las tensiones con China. Pekín considera esta medida como una amenaza directa, advirtiendo que ciudades clave del continente y su infraestructura estratégica podrían quedar ahora al alcance de un ataque.
Washington defiende el envío de armamento como una medida de disuasión, mientras que críticos lo califican de provocación. En un contexto de rápida construcción de infraestructura de lanzamiento en Taiwán y posibles retrasos en las entregas estadounidenses debido a la demanda global, el Indo-Pacífico se prepara para un enfrentamiento de altas apuestas.
La pregunta que se plantea es si se trata simplemente de otra venta de armas o del preludio de un conflicto más amplio con China.
