En el corazón del 6º distrito de París, se esconde una joya arquitectónica que pasa desapercibida para muchos: el hotel particular de Jean-Jacques Goldman. Construido a finales del siglo XVII y cargado de historia, este imponente edificio fue adquirido por el artista hace casi treinta años, pero, sorprendentemente, nunca ha sido su residencia principal. Goldman, conocido por su discreción y su particular relación con la fama, ha preferido mantener este espacio como un símbolo, más que como un hogar.
Jean-Jacques Goldman en París: la propiedad que posee, pero donde nunca vive
La historia de esta propiedad se remonta a finales del siglo XVIII, pero fue en 1996 cuando Jean-Jacques Goldman se convirtió en su propietario por aproximadamente 45 millones de francos, equivalentes a unos 11 millones de euros en la época. Clasificado como monumento histórico por sus fachadas, sus paneles de madera y algunos elementos decorativos, el Hôtel de Luzy –su nombre– representa un éxito medido y discreto. De hecho, Léa Seydoux también reside en esta misma zona, como se ha dado a conocer.
Al igual que su imagen pública, el hotel particular del cantante no busca llamar la atención. Detrás de una fachada clásica y un portal de piedra, se conserva un interior elegante pero sobrio, con salones de gala, molduras de época y elementos decorativos combinados con obras de arte elegidas con buen gusto. Sin embargo, Jean-Jacques Goldman nunca ha vivido realmente allí. Fiel a su reputación de hombre sencillo y discreto, nunca ha utilizado esta propiedad como su domicilio habitual, prefiriendo otros espacios vitales más modestos y personales, lejos del bullicio parisino.
Jean-Jacques Goldman: una elección acorde a su relación con la fama
La decisión de no habitar este hotel particular es coherente con la identidad del cantante: a pesar de su inmenso éxito y su lugar destacado en la cultura francesa, siempre ha rechazado las ostentosas muestras de riqueza. Sus allegados afirman que este edificio es, de hecho, su “única señal exterior de riqueza”.
Este gusto por la sencillez también se refleja en sus elecciones personales: Jean-Jacques Goldman vivió durante mucho tiempo en una casa en las afueras de París con su ex esposa, lejos del glamour, y actualmente divide su tiempo entre Marsella y Londres, donde vive con su familia para preservar su intimidad y ofrecer a sus hijos un entorno tranquilo.
Jean-Jacques Goldman: su casa familiar en Borgoña
Si el cantante disfruta recorriendo Francia en verano, también aprecia pasar tiempo en la casa familiar de Borgoña. Como reveló su hija Caroline en las columnas de Marianne, esta casa “es el pilar familiar. En verano, su casa de Borgoña está siempre llena. Casi hay que reservar”. Un verdadero refugio de paz, muy alejado de este hotel particular en el que apenas ha puesto un pie.

