La terapia forestal guiada por psicoterapeutas ofrece mejores resultados y es más rentable que las experiencias realizadas de forma autónoma por los pacientes. Así lo revela un estudio retrospectivo coordinado por el Instituto de Bioeconomía del Consejo Nacional de Investigaciones (Cnr-Ibe) de Sesto Fiorentino (Florencia) y el Centro de Políticas y Bioeconomía del Consejo para la Investigación en Agricultura y Análisis de la Economía Agraria (Crea-Pb) de Roma, con la colaboración de otros socios italianos. Los resultados se han publicado en la revista Behavioral Sciences.
La investigación comparó las experiencias de 282 adultos, cada uno de los cuales participó tanto en terapias forestales autogestionadas (SG) como en terapias guiadas por psicoterapeutas (TG), en ocho sitios forestales distribuidos entre los Alpes, los Apeninos y las zonas fluviales periurbanas. Estas sesiones, realizadas siempre en las mismas condiciones ambientales, incluyeron paseos lentos intercalados con pausas, durante las cuales se invitó a los participantes a concentrarse en la interacción entre sus sentidos y el entorno. “El bienestar psicológico se midió a través de cuestionarios estandarizados administrados antes y después de las sesiones. Los resultados indicaron que las TG, en comparación con las SG, condujeron a mejoras en los niveles de ansiedad, autoestima y el estado de ánimo general, con efectos estadísticamente significativos en la mayoría de los casos”, explica Francesco Meneguzzo, primer investigador del Cnr-Ibe y coordinador del estudio.
“En ocasiones, hemos observado una reducción de la variabilidad interpersonal de la ansiedad, el estado de ánimo y la autoestima, probablemente determinada por mecanismos de regulación emocional, pero solo en los casos en que estaba presente la guía clínica. Esta última, además de facilitar la inmersión y la co-regulación emocional del grupo, también permite identificar precozmente posibles situaciones de fragilidad o riesgo subjetivo”, subraya Tania Re, investigadora de la Universidad de Génova y coautora del estudio.
Los resultados de la investigación son representativos y han demostrado ser reproducibles incluso en entornos forestales completamente diferentes, como los valles alpinos, las montañas de los Apeninos y los parques fluviales periurbanos. “Con estudios anteriores, comprendimos que los sitios y senderos forestales debían cumplir determinados criterios estructurales, ambientales y organizativos para ser adecuados y seguros. Estos últimos resultados han puesto de manifiesto que la dirección realizada por psicoterapeutas también es fundamental para lograr el resultado clínico”, añade Rosa Rivieccio, investigadora del Crea-Pb y coordinadora del estudio.
Un elemento innovador de este estudio es la evaluación de la ventaja en términos económicos: las estimaciones indican que un año de terapia forestal guiada puede producir beneficios para la salud que se pueden representar económicamente con un valor que puede alcanzar los 10.000 euros por persona. Cada euro invertido
en la dirección clínica podría generar un retorno hasta 20 veces superior, en términos de menor carga para el sistema sanitario, con una ventaja económica superior al 50% en comparación con las experiencias autogestionadas. “Estos parámetros económicos refuerzan la idea de que la terapia forestal puede integrarse en los tratamientos de los servicios sanitarios, con un potencial de aplicación también en otros sectores médicos, como está ocurriendo en Toscana con pacientes que sufren fibromialgia”, concluye Ubaldo Riccucci, responsable del Ambulatorio de Terapia del Dolor del Hospital de Cecina (Li) y coautor del estudio.
A cura di Cnr-Ibe e Crea-Pb
