Las recientes decisiones de la administración estadounidense, aunque no sorprendentes, generan preocupación en el sector energético. El presidente Trump ha demostrado anteriormente su disposición a obstaculizar proyectos de energía eólica marina, y a finales de agosto de 2025, su administración ya había suspendido el proyecto Revolution Wind, impulsado por la empresa danesa Ørsted. Si bien esta suspensión fue posteriormente declarada ilegal por un juez federal y revocada, la situación actual refleja una continuidad en esta política.
“Une prise d’otage politique” : Trump fait chuter un géant danois
El Secretario del Interior, en declaraciones a Fox News, explicó que los permisos de cinco grandes proyectos eólicos marinos han sido suspendidos por “razones de seguridad nacional” identificadas en informes clasificados del Departamento de Guerra. Durante este período de suspensión, se buscarán soluciones con las empresas para evaluar la posibilidad de mitigar los riesgos para la seguridad nacional que estos proyectos podrían plantear.
Según la administración Trump, la construcción de estos parques eólicos marinos podría generar interferencias en los sistemas de radar, comprometiendo la seguridad del territorio estadounidense. La Casa Blanca insiste en que estas medidas buscan proteger a la población.
Los proyectos afectados son Vineyard Wind 1, ubicado frente a la costa de Massachusetts; Coastal Virginia Offshore Wind, frente a la costa de Virginia; Sunrise Wind y Empire Wind, frente a la costa de Nueva York; y Revolution Wind, frente a las costas de Rhode Island y Connecticut.
Trump y su postura contra las energías renovables
Esta nueva decisión se enmarca claramente en la política abiertamente hostil a las energías renovables que ha adoptado el presidente estadounidense. Donald Trump nunca ha ocultado su oposición a la energía eólica, a la que considera costosa, ineficiente y poco fiable.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el presidente ha firmado varios decretos destinados a frenar el desarrollo de la energía eólica, tanto terrestre como marina. Su administración ha congelado la concesión de nuevos permisos de explotación y ha suspendido la financiación y los préstamos federales destinados a proyectos eólicos.
Ørsted desploma en bolsa
Las acciones del gigante danés Ørsted, promotor del proyecto Revolution Wind, cayeron hasta un 15% en la Bolsa de Copenhague este lunes tras el anuncio. Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, y en un contexto de aumento continuo de los costos de suministro, el grupo enfrenta grandes incertidumbres en relación con sus proyectos en Estados Unidos, lo que ha afectado la confianza de los inversores.
Esta decisión se produce en un momento de tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Dinamarca, ya que el presidente estadounidense ha nombrado un enviado especial para promover la integración de Groenlandia a Estados Unidos, una región autónoma que pertenece a Dinamarca.
