WASHINGTON.– El presidente Donald Trump designó a un teniente general de los Marines como jefe del Comando Sur para América Latina, anunció el Pentágono el viernes, tras la declaración del mandatario estadounidense sobre la posibilidad de no descartar una guerra con Venezuela.
De ser confirmado por el Senado, el teniente general del Cuerpo de Marines Francis L. Donovan reemplazará a un almirante que, según informes de prensa, criticó las acciones contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes frente a las costas venezolanas.
Washington ha desplegado una importante presencia militar en el Caribe y en el Pacífico, donde ha bombardeado embarcaciones que atribuye a supuestos traficantes de drogas. Estos ataques, según fuentes oficiales, han causado la muerte de más de 100 personas. Venezuela, por su parte, denuncia un complot para derrocar al presidente Nicolás Maduro y tomar control de sus recursos petroleros.
En un comunicado divulgado el viernes por el Pentágono, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, informó que Trump nominó al teniente general del Cuerpo de Marines Francis L. Donovan para liderar el Comando Sur de Estados Unidos (SouthCom).
Este comando es responsable de América Central y del Sur, así como de algunos territorios caribeños, y ha desempeñado históricamente un papel crucial en la implementación de la política exterior y de defensa de Washington en el hemisferio occidental, especialmente en situaciones de inestabilidad política y crisis regionales.
El alto mando, cuya designación requiere la confirmación del Senado, actualmente ocupa el cargo de jefe adjunto del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, según el Departamento de Defensa.
El nombramiento se produce en un momento de marcada tensión entre Estados Unidos y Venezuela. Trump ha intensificado en las últimas semanas la amenaza de una intervención en el país latinoamericano, y este sábado incautó un segundo buque petrolero frente a las costas venezolanas.
Rebecca Blackwell – AP
Washington considera que la protección de las rutas marítimas y la seguridad de la navegación son elementos centrales de su estrategia regional, y ha indicado que el Comando Sur tendrá un papel activo en la vigilancia, la disuasión y la respuesta ante posibles amenazas.
En una entrevista concedida el jueves a la cadena NBC y transmitida el viernes por la noche, el presidente estadounidense llegó a afirmar que no “descarta” una guerra contra Venezuela, además de amenazar con un bloqueo petrolero.
La administración Trump está ejerciendo una presión máxima sobre Maduro y su círculo cercano, a quienes acusa, con el respaldo de la justicia estadounidense, de liderar un cártel de narcotráfico, conocido como el presunto “cartel de los Soles”.
Reservas sobre operación en el Caribe
Durante la entrevista, Trump se negó a precisar si su objetivo es derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro. “Él sabe exactamente lo que quiero”, declaró. “Lo sabe mejor que nadie”, insistió.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el martes para analizar la situación entre ambos países, después de que Washington anunciara el bloqueo de buques que transportan petróleo desde y hacia el país sudamericano.
“Está claro que el statu quo actual con el régimen venezolano es intolerable para Estados Unidos”, afirmó el viernes el secretario de Estado, Marco Rubio, quien prometió firmeza en la aplicación del bloqueo en el Caribe a los buques petroleros sancionados.
El Departamento del Tesoro anunció, además, nuevas sanciones contra familiares de un sobrino de Maduro que fue detenido, encarcelado bajo acusaciones de narcotráfico en Estados Unidos en 2017, y posteriormente liberado en un intercambio de prisioneros.
El nuevo jefe del Comando Sur designado por Trump sucederá, si es validado, al almirante Alvin Holsey, quien anunció a mediados de octubre su intención de dejar el cargo el 12 de diciembre para “jubilarse”.
Medios estadounidenses revelaron que Holsey había expresado reservas sobre los ataques navales que Estados Unidos lleva a cabo en el Caribe y el Pacífico como parte de la lucha que, según afirma, ha emprendido contra el narcotráfico.
Sin embargo, ni el almirante Holsey ni el secretario Hegseth han ofrecido explicaciones más allá de su retiro para justificar su prematura salida, una situación similar a la de otros altos mandos militares destituidos o que han abandonado sus puestos desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.
Agencias AFP y AP
