El presidente Donald Trump ha vetado por primera vez durante su segundo mandato un proyecto de ley aprobado de forma bipartidista que extendería el apoyo federal a un proyecto de tubería de agua largamente retrasado en el sureste de Colorado. Esta decisión marca un enfrentamiento poco común con el Congreso y una ruptura pública inusual con una de las figuras más destacadas de su propio partido.
Por qué es importante
Los vetos presidenciales son poco frecuentes cuando la legislación supera el Congreso por unanimidad. La decisión de Trump de bloquear la Ley para Completar el Acueducto del Valle de Arkansas (Arkansas Valley Conduit Act) ha llamado la atención no solo porque detiene un proyecto de agua potable que lleva décadas sirviendo a comunidades rurales, sino también porque se produce en un momento de crecientes tensiones políticas entre la Casa Blanca y funcionarios de Colorado, incluido un aliado republicano que patrocinó el proyecto de ley.
El veto plantea interrogantes sobre si el Congreso intentará anularlo y si la medida refleja prioridades fiscales más amplias o represalias políticas.
El veto se produjo después de la promesa pública de Trump de tomar represalias contra Colorado y el gobernador demócrata Jared Polis por el encarcelamiento de Tina Peters, una exsecretaria de condado condenada por cargos estatales relacionados con la manipulación del sistema electoral tras la derrota de Trump en las elecciones presidenciales de 2020 ante el expresidente Joe Biden.
Lo que debes saber
En un mensaje de veto enviado a la Cámara de Representantes, Trump dijo que devolvía el H.R. 131 “sin mi aprobación”, argumentando que el proyecto del Acueducto del Valle de Arkansas (AVC) se había convertido en una carga injusta para los contribuyentes federales.
La tubería, autorizada por primera vez en 1962 como parte del Proyecto Fryingpan-Arkansas, firmado por el presidente John F. Kennedy, tiene como objetivo suministrar agua municipal e industrial a comunidades entre Pueblo y Lamar, Colorado.
Según el mensaje de veto de Trump, el proyecto se retrasó durante décadas porque era “económicamente inviable” bajo su estructura original de repago de costos, que exigía que los usuarios locales reembolsaran completamente la financiación federal con intereses.
Trump dijo que los cambios posteriores, incluidas las disposiciones de una ley de 2009 firmada por el presidente Barack Obama que redujeron la participación del repago local al 35 por ciento, no resolvieron esos problemas. Argumentó que el proyecto de ley más reciente trasladaría aún más los costos a los contribuyentes federales al extender el período de repago a 75 años y reducir las tasas de interés a la mitad, a pesar de que ya se han gastado más de 249 millones de dólares y se estiman costos totales de 1.300 millones de dólares.
“Mi Administración está comprometida a evitar que los contribuyentes estadounidenses financien políticas costosas e poco fiables”, escribió Trump, añadiendo: “Basta ya”.
Informes locales de la filial de NBC, 9News Denver, indicaron que la tubería serviría a 39 comunidades donde las aguas subterráneas a menudo están contaminadas con altos niveles de salinidad y, en ocasiones, radiactividad. El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara y el Senado por aclamación, lo que indica un consentimiento unánime.
El proyecto se encuentra dentro del distrito congresional de la republicana representante de EE. UU., Lauren Boebert, una ferviente partidaria de Trump desde hace mucho tiempo que patrocinó la versión de la Cámara de la legislación.
Lo que dicen
Polis condenó la decisión: “Es muy decepcionante que el Presidente esté perjudicando al Colorado rural vetando este proyecto de ley bipartidista y nada polémico, aprobado por unanimidad tanto por la Cámara de Representantes de EE. UU. como por el Senado, que habría cumplido la promesa de décadas del Acueducto del Valle de Arkansas y asegurado este suministro de agua limpia tan necesario para el sureste rural de Colorado”.
Boebert, en una declaración contundente en X, criticando el veto: “El Presidente Trump decidió vetar un proyecto de ley completamente nada polémico y bipartidista que fue aprobado por unanimidad tanto por la Cámara como por el Senado… Nada dice ‘America First’ como negar agua potable limpia a 50.000 personas en el sureste de Colorado”.
Boebert añadió que esperaba que el veto “no tenga nada que ver con represalias políticas por denunciar la corrupción y exigir responsabilidades”, en referencia a su reciente desafío público a la administración por la divulgación de archivos relacionados con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.

Próximos pasos
Dado que el proyecto de ley fue aprobado por unanimidad en ambas cámaras, los líderes del Congreso podrían intentar anular el veto, lo que requeriría una mayoría de dos tercios en la Cámara y el Senado. Si bien las anulación son poco comunes, también es inusual que un presidente vete un proyecto de ley que superó el Congreso sin oposición.
Aún no está claro si la dirección de la Cámara y el Senado programarán una votación para anular el veto. Por ahora, el veto detiene el progreso de lo que los partidarios describen como la fase final de un proyecto de agua federal de 60 años, dejando su futuro incierto a medida que se intensifican las tensiones políticas.
