Expertos en salud pública expresan preocupación por una investigación en curso sobre la dosis de nacimiento de una vacuna, alegando que podría estar diseñada para justificar una política ya implementada. Scott, un crítico de la medida, advierte que la eliminación de la dosis de nacimiento podría resultar en 1,400 infecciones pediátricas crónicas adicionales y casi 500 muertes prevenibles cada año.
Información proporcionada por el personal del Comité de Ciencia de la Cámara de Representantes revela que el grupo de investigación no solicitó fondos a través del proceso competitivo estándar. En cambio, se indica que Kennedy buscó específicamente a estos investigadores.
“Lo habitual es publicar una solicitud de propuestas y financiar el estudio más riguroso”, explicó Arthur Reingold, ex profesor de epidemiología en UC Berkeley y ex Jefe de la Rama de Enfermedades Respiratorias de los CDC. “Obviamente, no se hizo así en este caso”.
Reingold añadió que, sin un protocolo de estudio detallado, es imposible determinar si el ensayo puede realmente medir los “efectos más amplios en la salud” que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) afirma estar buscando. Advirtió que un estudio sin suficiente poder estadístico para responder preguntas importantes sería una “pérdida de dinero”.
El Comité de Ciencia de la Cámara de Representantes ha declarado que está considerando todas las opciones de supervisión, aunque su personal señaló que su autoridad es limitada debido a su estatus en la minoría.
