La vida de la actriz Vera Alentova se apagó repentinamente, víctima de un paro cardíaco. El trágico suceso ocurrió el 25 de diciembre en el Teatro Dramático de Moscú Pushkin, donde Vera había acudido para despedirse de un colega. Ese día se celebraba el funeral de Anatoli Lobocki. Alentova, de 83 años, llegó en taxi poco antes del inicio de la ceremonia. Se la veía bien y portaba claveles rojos en sus manos. Subió las escaleras con facilidad y se dirigió a la sala, pero durante la ceremonia se sintió mal, la actriz perdió el conocimiento. Se solicitó asistencia médica y fue trasladada en camilla a una ambulancia. Los intentos de reanimación en el vehículo resultaron infructuosos.
Vera Alentova había visitado Riga en varias ocasiones. Alcanzó la fama por su papel en la película Moscú no cree en lágrimas, dirigida por su esposo, Vladimir Menshov.
Alentova y Lobocki, cuyas exequias marcaron el final de la vida de Vera, interpretaron a una pareja enamorada en la película La ira de los dioses, dirigida por su esposo.
Menshov fue el esposo de Alentova durante más de 60 años. El director falleció en el verano de 2021. Los famosos padres tienen una hija igualmente popular, Yulia Menshova, presentadora de televisión. “Mamá ya no está. Ahora están juntos”, declaró la hija de Alentova el viernes.

