El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha mantenido conversaciones telefónicas con varios líderes europeos en el marco de los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania, tras anunciar una reunión en Florida con el expresidente estadounidense, Donald Trump.
Zelenski informó a través de redes sociales sobre sus intercambios con el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente finlandés Alexander Stubb, y los primeros ministros de Dinamarca, Mette Frederiksen, y Estonia, Kristen Michal. También habló con el primer ministro canadiense, Mark Carney, y con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
“En los próximos días, se pueden lograr avances significativos tanto a nivel bilateral entre Ucrania y Estados Unidos como con nuestros socios en la Coalición de Voluntarios”, declaró Zelenski.
El mandatario ucraniano lamentó, sin embargo, que “actualmente, Rusia es quien está posponiendo e intentando ganar tiempo” en las negociaciones impulsadas por la Casa Blanca.
“Ucrania nunca ha sido ni será un obstáculo para la paz, y continuaremos trabajando eficientemente para asegurar que todos los documentos necesarios estén preparados lo antes posible”, afirmó en relación con la propuesta de paz de 20 puntos que se está elaborando conjuntamente entre Kiev y Washington.
Zelenski subrayó la importancia de coordinar posiciones y actuar en conjunto con los países europeos para alcanzar un posible entendimiento de paz.
Anteriormente, el presidente ucraniano había anunciado su viaje al estado estadounidense de Florida para reunirse con Trump, probablemente el próximo domingo.
“El plan de 20 puntos en el que estamos trabajando está completado en un 90%. Nuestra tarea es garantizar que esté listo al 100%”, declaró sobre la propuesta de paz revisada por Kiev.
La primera versión de 28 puntos, presentada por la Casa Blanca hace más de un mes, contemplaba las principales exigencias de Moscú, incluyendo cesiones territoriales por parte de Ucrania, que tendría que renunciar a sus planes militares y a la adhesión a la OTAN.
La versión revisada por Kiev propone un congelamiento de las líneas del frente sin ofrecer una solución inmediata a las cuestiones territoriales.
Además, el texto abandona dos exigencias esenciales del Kremlin: la retirada de las tropas ucranianas de la región de Donbás, en el este del país, y un compromiso jurídicamente vinculante de Ucrania de no adherirse a la OTAN.
En reacción, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso acusó a Ucrania y a sus aliados europeos de intentar sabotear las negociaciones para poner fin al conflicto, señalando que el nuevo texto presentado por Kiev es “radicalmente diferente” a lo que Moscú había negociado con Washington.
“Nuestra capacidad para dar el impulso final y llegar a un acuerdo depende de nuestro trabajo y de la voluntad política de la otra parte. Especialmente en un contexto en el que Kiev y sus partidarios, particularmente dentro de la Unión Europea, que no son favorables a un acuerdo, han redoblado sus esfuerzos para sabotearlo”, criticó el viceministro ruso, Serguéi Riabkov.
En declaraciones a la televisión rusa, el funcionario recurrió al argumento habitual de Moscú sobre “una resolución adecuada de los problemas que están en el origen de esta crisis”, iniciada con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, sin la cual, defendió, “será simplemente imposible llegar a un acuerdo final”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que Moscú mantiene contactos con representantes de Estados Unidos, después de que el negociador ruso Kirill Dmitriev se reuniera recientemente con interlocutores estadounidenses en Florida.
A pesar de que la diplomacia rusa ha hablado de “progreso lento pero constante” en las conversaciones, Moscú no ha indicado disponibilidad para retirarse de las áreas ocupadas.
