La situación en la República Democrática del Congo (RDC) sigue siendo tensa, con informes que indican que los grupos armados no se han retirado sustancialmente de la región de Uvira, según declaraciones del ejército congoleño. Este estancamiento ocurre en un contexto de esfuerzos internacionales por estabilizar el país.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha aprobado por unanimidad una resolución relacionada con la situación en la RDC, con el voto afirmativo de China. Paralelamente, Pekín ha enfatizado la importancia de mantener la independencia del Grupo Especial de la ONU para la Estabilización de la RDC.
Organizaciones humanitarias, como la Cruz Roja Internacional, han expresado su preocupación por la grave crisis humanitaria que enfrenta la RDC, señalando una discrepancia significativa entre la magnitud de la crisis y la atención internacional que recibe. La falta de visibilidad, según la organización, agrava la situación de la población afectada.
En otro desarrollo, se ha revelado que los intereses de la administración Trump en la mediación entre países africanos podrían estar vinculados al acceso a minerales estratégicos clave presentes en la región. Esta información sugiere una posible conexión entre la diplomacia y los recursos naturales.
