Las comunidades rurales de Mississippi a menudo carecen de recursos, reciben una atención insuficiente y son pasadas por alto.
Creciendo en un pequeño pueblo del Delta, fui testigo de las dificultades diarias de mis vecinos, desde la inseguridad alimentaria causada por los altos gastos médicos hasta el acceso limitado a los servicios básicos de atención médica.
Crecí en Belzoni, un pequeño pueblo de menos de 1,800 habitantes que perdió su hospital en 2013. Desde entonces, los residentes de Belzoni se han quedado vulnerables, sin acceso a atención de emergencia las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y con opciones limitadas de atención preventiva de la salud.
Actualmente, los residentes de Belzoni y de los pueblos vecinos dependen de un único helicóptero de emergencia en Belzoni y se ven obligados a viajar entre 20 y 35 minutos al hospital más cercano, a menudo durante emergencias que amenazan la vida, cuando cada minuto cuenta.
Esta nueva realidad no es solo inconveniente; es extremadamente peligrosa. Mi comunidad ha sido testigo de la pérdida de vidas de miembros de la comunidad porque la ayuda no pudo llegar a tiempo, especialmente durante desastres naturales y crisis médicas.
Sin un hospital cercano, muchos residentes comenzaron a ver la atención médica como un privilegio en lugar de un derecho, a menudo descuidando su salud o abandonando la atención preventiva por completo.
Sin embargo, esto no está sucediendo solo en Belzoni. En todo Mississippi, casi la mitad de los hospitales rurales corren el riesgo de cerrar, poniendo en peligro a miles de familias más, según un informe de la Asociación de Hospitales Estadounidenses de 2023.
Además, más de 200,000 habitantes de Mississippi se encuentran en la brecha de cobertura de Medicaid. Ganan demasiado para calificar para Medicaid, pero no lo suficiente para pagar un seguro privado, según un informe de KFF de 2024.
Sin la expansión de Medicaid, este problema solo empeorará.
La expansión de Medicaid no resolvería todos los problemas que enfrenta Mississippi, pero daría a las familias rurales la oportunidad de invertir en su salud sin sacrificar sus necesidades básicas y ver la atención médica como una carga. También aportaría el alivio federal necesario a los hospitales en dificultades y proporcionaría cobertura a las familias que se encuentran en la brecha.
La expansión de Medicaid no es un asunto político; es un asunto humanitario.
Se trata de garantizar que todos los habitantes de Mississippi, independientemente de su ubicación, tengan acceso a una atención médica confiable y de calidad en lugar de arriesgar sus vidas simplemente por el lugar donde viven.
Debemos tomar medidas inmediatas para nuestras comunidades rurales porque se merecen algo mejor y simplemente no pueden permitirse esperar más.
Información biográfica: Kayla Smith, quien creció en Belzoni en el Delta de Mississippi, es estudiante de salud pública de la clase de 2027 en la Universidad de Mississippi
Este artículo apareció por primera vez en Mississippi Today y se republica aquí bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoDerivadas 4.0 Internacional.
.
