La comunidad internacional redobla sus esfuerzos por alcanzar la paz en Sudán, tras una iniciativa presentada por el Primer Ministro de Transición del país ante el Consejo de Seguridad de la ONU. El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha manifestado su apoyo a esta iniciativa, enfatizando que “la búsqueda de una paz duradera e inclusiva es esencial a medida que el conflicto entra en un nuevo año”.
Guterres instó a las partes en conflicto a acordar un cese inmediato de hostilidades y trabajar hacia un alto el fuego que preserve la unidad e integridad territorial de Sudán. Asimismo, exhortó a los actores sudaneses a “priorizar el compromiso y articular una visión compartida para una transición liderada por civiles”. Su enviado personal para Sudán, Ramtane Lamamra, se mantiene disponible para facilitar consultas con ambas partes, complementando los esfuerzos de los Estados miembros y socios regionales.
Retiro de Cascos Azules tras un Ataque Mortal
Esta búsqueda de una solución pacífica se produce en un contexto de graves reveses en materia de seguridad. Este fin de semana, la misión de paz de la ONU en la región petrolera de Abyei – ubicada entre Sudán y Sudán del Sur – completó la evacuación de su base logística en Kadugli, Kordofán Sur, poniendo fin a casi 13 años de operaciones en el lugar.
La retirada se produjo tras ataques con drones el 13 de diciembre que causaron la muerte de seis cascos azules bangladesíes y dejaron a nueve heridos de gravedad. Los restos de los fallecidos han sido repatriados, mientras que ocho de los heridos están recibiendo tratamiento en Kenia. La base de Kadugli servía como sede del Mecanismo Conjunto de Verificación y Monitoreo de Fronteras (JVMM), encargado de supervisar una zona de desmilitarización segura establecida por Sudán y Sudán del Sur en 2012.
UNISFA continúa operando desde otras ubicaciones, incluyendo Tishwin y Abu Qussa.
La Crisis Humanitaria se Agudiza
Más allá del frente de batalla, las necesidades humanitarias siguen aumentando. Una reciente evaluación liderada por la ONU revela que los hogares encabezados por mujeres enfrentan una vulnerabilidad exacerbada en todo Sudán, incluyendo un acceso reducido a efectivo, educación y servicios de agua, así como una mayor exposición al desplazamiento y a riesgos de protección.
Durante la reunión del Consejo de Seguridad del lunes, altos funcionarios de la ONU advirtieron que la intensificación de los combates – particularmente en Kordofán y Darfur – ha provocado un desplazamiento masivo, ha interrumpido el acceso a la ayuda y ha empeorado las condiciones ya catastróficas para los civiles.
En su tercer año, la guerra entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ha desencadenado una de las peores crisis humanitarias del mundo, cobrando la vida de miles de civiles, desplazando a millones y provocando condiciones de hambruna en varias áreas.
