En muchos hogares, las mascotas, ya sean perros o gatos, comparten el espacio de la comida con sus familias, llegando incluso a comer casi en la misma mesa. Por cariño, a veces se comparten también el fregadero y la esponja para lavar sus recipientes, algo que solemos hacer sin darle mayor importancia. Sin embargo, esta costumbre, aparentemente inofensiva, ha sido recientemente señalada por una experta en seguridad alimentaria.
Montse Meléndez, ingeniera de alimentos y creadora del perfil de Instagram @monalimentos, advierte sobre un hábito que deberíamos evitar para limitar la contaminación cruzada entre animales y humanos. Según explica, ciertas prácticas al lavar los utensilios de las mascotas pueden favorecer la propagación de bacterias en toda la cocina, con posibles consecuencias para la salud familiar. Es hora de revisar nuestras rutinas de limpieza.
Por qué Montse Meléndez desaconseja lavar los recipientes de las mascotas en el fregadero de la cocina
La advertencia principal es clara: “Jamás laves los platos de tu mascota en tu lavabo. Tampoco con la misma esponja con la que lavas tus platos”, escribió Montse Meléndez en Instagram, tal como cita el medio argentino TN. La especialista explica que los comederos y bebederos de perros y gatos acumulan saliva, restos de comida y humedad, creando un ambiente ideal para la proliferación de bacterias.
Cuando estos recipientes se lavan en el mismo fregadero y con la misma esponja que la vajilla familiar, los microorganismos pueden depositarse en platos, vasos, cubiertos, e incluso en la encimera o en nuestras manos. Algunas bacterias presentes en la saliva de los animales pueden sobrevivir fácilmente en estas superficies húmedas, representando un riesgo especial para personas vulnerables, como niños, mujeres embarazadas, personas mayores o con enfermedades crónicas.
Frecuencia de lavado de los comederos y bebederos
Para minimizar estos riesgos, Montse Meléndez recomienda adaptar la frecuencia de limpieza al tipo de alimentación de la mascota. Si el perro o el gato recibe comida húmeda, paté o preparaciones caseras, el comedero debe lavarse después de cada comida. En el caso de la comida seca (croquetas), indica que un lavado semanal es lo mínimo, aunque un lavado diario siempre es preferible.
El bebedero también requiere la misma atención. Debe enjuagarse y rellenarse diariamente, sin esperar a que esté vacío, para evitar la acumulación de saliva o restos de comida que favorecen la proliferación de gérmenes. Un bebedero poco limpio puede provocar diarrea, vómitos, irritación alrededor de la boca o incluso la negativa a comer y beber en la mascota.
Cómo lavar los recipientes sin riesgo de contaminación cruzada
Los expertos en higiene recomiendan utilizar utensilios exclusivos para los recipientes de las mascotas: una esponja o cepillo reservado, agua caliente y detergente común. El proceso es sencillo: vaciar los restos de comida, frotar con agua caliente y jabón, prestando especial atención a los bordes y al fondo, enjuagar abundantemente y dejar secar al aire libre sobre una superficie limpia. Una vez por semana, se puede utilizar el lavavajillas si el comedero es apto y el ciclo alcanza aproximadamente los 60 °C.
