El creciente avance tecnológico ha impulsado el desarrollo de nuevos sistemas de refrigeración que ofrecen un consumo energético significativamente menor en comparación con los aires acondicionados tradicionales, sin comprometer el confort ambiental. Estos dispositivos representan una alternativa cada vez más atractiva para los consumidores y una oportunidad para reducir la demanda eléctrica, especialmente durante los meses de verano.
Un ejemplo destacado de esta innovación es el dispositivo Caeli One, capaz de disminuir el gasto eléctrico hasta en un 80% frente a los sistemas convencionales. Su funcionamiento se basa en un método natural que prescinde por completo de gases refrigerantes, minimizando así su impacto ambiental.
Esta alternativa sostenible para el enfriamiento doméstico no solo contribuye a la protección del medio ambiente, sino que también representa una solución económica a largo plazo, en un contexto donde el uso intensivo del aire acondicionado incrementa la presión sobre las redes eléctricas.
El funcionamiento de este innovador sistema se basa en un mecanismo adiabático, que aprovecha la evaporación del agua para generar un efecto de enfriamiento. Este proceso permite obtener una potencia de refrigeración hasta 16 veces superior al consumo de electricidad, lo que se traduce en una eficiencia operativa cinco veces mayor que la de los aires acondicionados convencionales.
Además, el consumo de agua durante una temporada completa de cuatro meses de uso continuo es de apenas un metro cúbico, un volumen equivalente al utilizado en aproximadamente quince duchas. Esta cifra es considerablemente inferior al consumo anual promedio por persona en Francia, que asciende a 54 metros cúbicos y requiere un tratamiento posterior.

A diferencia de los sistemas convencionales, este dispositivo no requiere compresores ni utiliza gases de efecto invernadero. Su principio de funcionamiento es sencillo: el aire ambiente se pone en contacto con agua, que al evaporarse absorbe el calor y lo expulsa al exterior.
La principal ventaja del Caeli One reside en su sostenibilidad y bajo costo operativo. Se presenta como una solución ecológica gracias a la ausencia de refrigerantes y a la significativa reducción en el consumo eléctrico, lo que puede aliviar la carga económica asociada a las tarifas de energía.
La instalación de este sistema no requiere una infraestructura compleja. Basta con una toma de corriente de 230 V, una conexión de agua a través de un tubo de 6 a 8 mm y la colocación de dos cartuchos de 160 mm en una pared exterior, tareas que, según la empresa, pueden ser realizadas fácilmente por un fontanero.

No obstante, este sistema presenta algunas limitaciones. Su eficacia está directamente relacionada con la humedad ambiental, por lo que en regiones con alta humedad su capacidad de enfriamiento puede verse reducida, llegando incluso a igualar o ser inferior a la de los sistemas tradicionales.
Asimismo, requiere de un suministro constante de agua y un mantenimiento regular para evitar la acumulación de minerales o bacterias.
Además, carece de la precisión en el control de la temperatura que ofrecen los aires acondicionados convencionales, lo que podría resultar insuficiente para espacios amplios o para aquellos usuarios que requieren ambientes interiores con un nivel de sequedad específico.

En caso de optar por un sistema de aire acondicionado tradicional, existen medidas para minimizar su impacto energético sin sacrificar el confort, ajustando la temperatura entre 23°C y 25°C, utilizando el temporizador para programar su funcionamiento, realizando un mantenimiento frecuente que incluya la limpieza de filtros y sellando ventanas y puertas para evitar fugas de aire frío y la entrada de calor exterior.
El incumplimiento de estas recomendaciones puede aumentar el consumo de energía y, en algunos casos, un mantenimiento deficiente puede generar olores desagradables y problemas de salud en los habitantes de la vivienda.
