Baylor se encontraba desesperada por incorporar un jugador de estatura tras las lesiones de temporada de dos de sus principales hombres en la pintura. Ante esta situación, el entrenador Scott Drew encontró una solución poco convencional y añadió al nigeriano James Nnaji a su plantilla para el inicio de la competición de la Big 12 la semana que viene.
La decisión ha generado sorpresa en toda la comunidad del baloncesto universitario, dado que Nnaji fue seleccionado por los Detroit Pistons con el número 31 del draft de la NBA de 2023. Sin embargo, existe un precedente. Nastja Claessens, la segunda máxima anotadora del equipo femenino de Kansas State, fue elegida en la tercera ronda (puesto 30 en general) por las Washington Mystics en el draft de la WNBA de 2024. Al igual que Nnaji, Claessens nunca había jugado al baloncesto universitario antes de ser seleccionada. La temporada pasada fue olímpica en París con su Bélgica natal y jugó profesionalmente para el IDK Euskotren en España.
El caso de Claessens le proporcionó a Baylor una hoja de ruta que Drew estaba ansioso por seguir. Los Bears (con un récord de 9-2, incluyendo victorias en casa contra Washington, victorias en neutral contra San Diego State y Creighton, y derrotas contra Memphis y St. John’s) se encuentran sin Juslin Bodo Bodo, de 2,13 metros, y el novato Maikcol Perez, de 2,03 metros, para el resto de la temporada. Su único jugador de poste fiable es Caden Powell, un pívot sénior de 1,96 metros.
“Hemos estado trabajando en esto durante varios meses (con la NCAA)”, declaró Drew a Hoops HQ. “Nuestro gerente general, Jason Smith, hizo un gran trabajo. Descubrimos que (Nnaji) estaba interesado en venir a Estados Unidos”.
Nnaji, un alero de 21 años, 2,13 metros y 113 kilos, recibió cuatro años de elegibilidad para jugar baloncesto universitario. “Pero como con todos los que entrenamos, quieren llegar a la NBA después de un año”, bromeó Drew.
Los jugadores internacionales que han jugado profesionalmente y han sido seleccionados en el draft pueden jugar al baloncesto universitario siempre y cuando se encuentren dentro de los cinco años posteriores a lo que habría sido su graduación de la escuela secundaria. Los derechos de Nnaji fueron traspasados a Charlotte y luego a los New York Knicks. Jugó profesionalmente durante cuatro temporadas en la Euroliga y la Liga ACB, principalmente para equipos profesionales españoles. Los Knicks todavía poseen sus derechos de draft.
Nnaji jugó seis partidos de la Summer League con Charlotte en 2023 y otros cinco el verano pasado con los Knicks. Sus promedios totales en dos años fueron 15,4 minutos, 3,5 puntos y 5,1 rebotes.
La NCAA emitió la siguiente declaración a HoopsHQ sobre el caso de Nnaji:
“Cada caso de elegibilidad se evalúa y decide individualmente en función de los hechos presentados. Las escuelas continúan reclutando e inscribiendo a personas con experiencia profesional, lo que las reglas de la NCAA permiten con ciertos parámetros. Dado que las reglas de elegibilidad de la NCAA se enfrentan repetidamente a demandas con resultados diferentes, es probable que estos casos continúen, lo que subraya la importancia de nuestra colaboración con el Congreso para permitir que la Asociación haga cumplir normas de elegibilidad razonables y preserve las oportunidades para que los futuros atletas estudiantiles de la escuela secundaria compitan”.
Nnaji ha jugado para varios equipos profesionales en el extranjero, incluyendo el Barcelona en España.
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Las escuelas que optaron por la orden judicial House también deben tener un puesto disponible en la plantilla para poder fichar a un jugador a mitad de temporada. El baloncesto masculino puede tener hasta 15 jugadores con beca.
La legislación de la NCAA bajo la que se enmarca Nnaji es para “Estudiantes de primer año que ingresan sin haber asistido previamente a la universidad a tiempo completo”.
La legislación establece: “Un atleta estudiantil que se matricule inicialmente como estudiante de primer año sin haber asistido previamente a la universidad a tiempo completo y cumpla con los requisitos académicos descritos en el Artículo 14.3.1.1, es elegible para ayuda financiera, práctica y competición durante el primer año académico de residencia, independientemente de la época del año en que se produzca la matriculación inicial. Por lo tanto, un atleta estudiantil puede matricularse a mitad de año y, siempre que sea certificado como calificado por el NCAA Eligibility Center, puede considerarse académicamente elegible para competir durante el semestre de primavera”.
Nnaji llegó a Waco el domingo. Drew dijo que no será una incorporación inmediata como en la NBA. Nnaji necesita conocer la ofensiva y la defensa y espera que haya un período de adaptación. Pero su tamaño y su capacidad para hablar inglés facilitarán la transición.
Los Bears están liderados por los escoltas Cameron Carr (21,7 puntos por partido) y Tounde Yessoufou (18,5 puntos por partido). El resto de la rotación también está compuesta principalmente por escoltas como Dan Skillings, Obi Agbim, Isaac Williams y Michael Rataj.
El desafío en la Big 12 comienza con los primeros seis partidos: en casa contra TCU, contra Iowa State, contra Houston, en casa contra Oklahoma State, en casa contra Kansas y contra Texas Tech. No es un calendario fácil de manejar si se carece de profundidad y altura. “Definitivamente pensamos que estábamos confiando en que siete jugadores no se lesionaran, enfermaran o tuvieran problemas de faltas”, dijo Drew. “Eso es mucho pedir. Así que tuvimos que traer a alguien a mitad de semestre. Y queríamos conseguir al mejor posible. La mayoría de los entrenadores, cuando traen a alguien a mitad de semestre, normalmente lo reservan. Pero todos hemos tenido que adaptarnos”.
Drew espera que haya una situación de negociación colectiva en el baloncesto universitario para establecer algunas normas. “Todos preferiríamos trabajar con jugadores durante tres o cuatro años y verlos graduarse”, dijo Drew. “Pero el portal y el NIL son lo que son. Hay que adaptarse o quedarse atrás. Estaría haciendo un desservicio a nuestro programa si no hiciera lo mejor que pudiéramos. Todos estamos en este lío y cuanto antes tengamos claridad, mejor”.
Cuando le preguntaron cómo su padre, el veterano entrenador de Valparaiso, Homer Drew, habría manejado el clima actual, Drew respondió: “Está contento de estar jubilado”.
La incorporación de Nnaji atrajo mucha atención porque es un exjugador del draft de la NBA, pero fue uno de muchos fichajes a mitad de temporada en todo el país. La mayoría de esos fueron jugadores internacionales. Washington añadió a Nikola Dzepina de Serbia, Dayton añadió a Sean Pouedet de un equipo profesional de Bélgica, Ole Miss añadió a T.J. Clark, que jugó en la G League y profesionalmente en México, y BYU añadió a Abdullah Ahmed de Egipto, que jugó 54 partidos con los Westchester Knicks en la NBA G League. USC optó por la vía nacional, añadiendo a Kam Woods, procedente de Robert Morris, para el segundo semestre.
El entrenador de Michigan State, Tom Izzo, fue una de las muchas personas que han expresado su preocupación por el rumbo que están tomando las cosas, especialmente en lo que respecta a los exjugadores del draft de la NBA. “Estoy un poco sorprendido”, dijo a los periodistas. “Tengo una llamada pendiente con Scott (Drew). Estoy ansioso por ver qué me dice. Si estamos recurriendo a jugadores que fueron seleccionados en el draft de la NBA… Que se avergüencen la NCAA y los entrenadores también”.
A partir de ahora, un profesional europeo se trata igual que un profesional de la G League. Un jugador del draft que no jugó durante la temporada para un equipo de la NBA o la WNBA no se considera un jugador universitario inelegible si aún tiene elegibilidad restante.
¿Cambiará esto? ¿Un jugador que actualmente juega para un equipo de la NBA o la WNBA que no haya agotado su elegibilidad desafiará el sistema y regresará a la universidad? Todavía no conocemos la respuesta.
En 2018, la Comisión Rice, que se creó para reestructurar los deportes universitarios, recomendó que a los jugadores que se declararan para el draft de la NBA pero no fueran seleccionados se les permitiera regresar a la escuela. Esa era una regla para los jugadores que ya habían jugado al baloncesto universitario para tener una segunda oportunidad si habían recibido malos consejos. Pero el caso de Nnaji es territorio nuevo porque involucra a un jugador que fue seleccionado en el draft pero no jugó un partido real de la NBA, aunque sí jugó en la Summer League.
Dada la susceptibilidad de la NCAA a los desafíos legales, existe mucha incertidumbre sobre hacia dónde se dirige todo esto. Pero existe un acuerdo general sobre dónde estamos ahora. El entrenador de Illinois, Brad Underwood, habló por muchos cuando dijo: “Esta es la locura más grande con la que me he encontrado”.
La pregunta ahora es, ¿cuánto más loco se pondrá todo?
