En Bolzano, los carabineros irrumpieron en un apartamento y rescataron a un niño de 10 años que había sido aislado por su madre viuda, víctima de rituales satánicos, malnutrición y delirios supersticiosos. La responsabilidad parental de la madre ha sido suspendida y el niño se encuentra ahora en una comunidad.
Un niño de aproximadamente 10 años fue rescatado por los carabineros en Bolzano tras meses de aislamiento doméstico y presuntos maltratos psicológicos por parte de su madre, incluyendo rituales satánicos y supersticiones, según informó el periódico Alto Adige y confirmaron fuentes nacionales.
El caso, que salió a la luz en las últimas semanas, pone de manifiesto una grave situación de inestabilidad psíquica parental que ha llevado a la suspensión de la responsabilidad de la mujer y al traslado del menor a una comunidad. La historia, relatada inicialmente por Corriere dell’Alto Adige el 28 de diciembre, se centra en un niño de 10 años, nacido en 2015, que vivía con su madre de origen tunecino (de 1982) en un apartamento a las afueras de Bolzano, convertido en una “fortaleza” contra presuntos peligros externos.
Tras quedar viuda, la mujer había aislado progresivamente a su hijo del mundo: sin escuela durante meses, ni visitas al pediatra, una alimentación limitada a galletas secas y la obligación de dormir de día para evitar “amenazas externas”. La situación psicológica era aún peor: la madre lo sometía a un adoctrinamiento obsesivo basado en supersticiones y rituales relacionados con prácticas satánicas, convenciendo al niño de que dolencias como el dolor de estómago –causado por la malnutrición– eran debidas a “maldiciones chamánicas” o demoníacas.
El niño repetía estos miedos irracionales, rechazando el contacto externo y viviendo en un clima de constante terror. La escalada comenzó en el verano de 2025. La mujer dejó de llevar a su hijo a la escuela, llegando a amenazar de muerte a las maestras que intentaban contactarla, y rechazó a los trabajadores sociales, llegando incluso a arrojar café hirviendo desde el balcón a una operadora. Familiares y redes de apoyo fueron cortadas, mientras ella se hundía en delirios psicóticos agravados por el duelo, negándose a recibir atención médica. Los servicios sociales y la escuela habían señalado anomalías: ausencias injustificadas, falta de respuesta e aislamiento total.
El presidente del Tribunal de Menores de Bolzano, Benno Baumgartner, describió el malestar psíquico de la madre como “súbitamente agravado”, haciendo urgente una intervención para proteger al menor. El 23 de septiembre de 2025, bajo una orden de urgencia del Tribunal de Menores, los carabineros de Bolzano irrumpieron derribando la puerta blindada de la vivienda, descrita como inaccesible. Encontraron al niño en condiciones de deterioro psicofísico, pero a salvo de peligros inmediatos, y se lo llevaron de inmediato.
La madre ha sido trasladada a un centro de salud mental para evaluación y tratamiento; su responsabilidad parental ha sido suspendida por “inestabilidad psíquica”. El niño, ahora en una comunidad del Alto Adige, está siguiendo un programa de reinserción: escolarización regular, actividades recreativas y apoyo psicológico para superar los traumas y reconstruir los lazos sociales. Según los Servicios Sociales provinciales, está bien integrado.
