Una revisión publicada en Current Allergy and Asthma Reports destaca que las exacerbaciones agudas de la rinosinusitis crónica (AECRS) siguen estando mal definidas, diagnosticadas de forma inconsistente y, a menudo, tratadas en exceso con antibióticos y corticosteroides sistémicos, a pesar de la limitada evidencia que respalde este enfoque.
Los autores del estudio señalan una nueva fase en la investigación y el tratamiento de las AECRS, que requiere definiciones de consenso, mejores criterios diagnósticos y directrices más claras sobre cuándo observar y cuándo intervenir. Dada la alta utilización de los recursos sanitarios asociados a la rinosinusitis crónica (CRS), mejorar el manejo de las AECRS podría optimizar la atención clínica, impulsar la investigación y prevenir el uso innecesario de medicamentos.
La CRS afecta a millones de adultos y produce síntomas como congestión nasal, presión facial, rinorrea y disminución del olfato. Si bien la CRS en sí misma es persistente e inflamatoria, muchos pacientes experimentan “brotes” intermitentes, caracterizados por varios días de síntomas intensificados. Históricamente, estos brotes se han denominado AECRS, pero el término carecía de una definición formal hasta hace poco. Como resultado, los ensayos clínicos, los estudios observacionales y la práctica clínica habitual han utilizado criterios variables, siendo el empeoramiento de los síntomas informado por el paciente o la intensificación del tratamiento los más comunes.
La revisión enfatiza que la ausencia de una definición uniforme ha limitado la fiabilidad de la investigación sobre AECRS y ha complicado los esfuerzos para medir los efectos del tratamiento. Por ejemplo, aunque muchos estudios clasifican una exacerbación basándose en la prescripción de antibióticos o corticosteroides sistémicos (SCS), nuevos datos muestran que los registros de medicamentos solo capturan una fracción de los episodios reales. Un estudio de 2025 citado en la revisión encontró que, aunque los pacientes informaron un promedio de 4.2 episodios de AECRS en 6 meses, solo recibieron antibióticos o esteroides 1.6 veces durante ese período, lo que significa que dos tercios de las exacerbaciones nunca se documentaron mediante medicamentos de rescate. Esta discrepancia revela un punto ciego tanto en la investigación clínica como en la atención al paciente.
Una definición regulatoria recientemente aceptada, utilizada en los ensayos REOPEN, ofrece un marco más claro, definiendo las AECRS como un empeoramiento agudo de uno o más síntomas cardinales de la CRS que duran al menos 3 días, acompañado de una intensificación de la atención, como antibióticos, SCS o una visita médica no programada.2 Los autores señalan que, si bien esta definición representa un progreso, todavía depende en gran medida de los factores desencadenantes relacionados con el tratamiento y no captura completamente los casos en los que los pacientes optan por la observación o el autocuidado en lugar de consultar a un médico.1
La revisión también sintetizó investigaciones emergentes sobre la fisiopatología de las AECRS, sugiriendo que las exacerbaciones probablemente implican una compleja interacción de factores desencadenantes virales, sobrecrecimiento bacteriano, cambios en el microbioma sinonasal y desregulación inmunitaria. Varios estudios han documentado niveles elevados de marcadores inflamatorios, como IL-5, IL-6, VEGF y proteína básica de eosinófilos, durante las exacerbaciones, mientras que los análisis del microbioma revelan con frecuencia una mayor prevalencia de patógenos como Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa y Streptococcus species. Las infecciones virales también parecen desempeñar un papel importante; algunos estudios han detectado cambios epiteliales relacionados con el rinovirus o la influenza durante las exacerbaciones, y los patrones estacionales muestran una mayor frecuencia de AECRS en invierno.
“Parece que tanto los virus como las bacterias desempeñan un papel en el desarrollo de las AECRS”, escribieron los investigadores. “Las infecciones virales pueden crear una hiperreactividad e inflamación persistentes de la mucosa y el microbioma sinonasal a través de una mayor expresión de moléculas de adhesión celular deletéreas y/o una alteración de la defensa inmunoepitelial, lo que luego conduce a una mayor susceptibilidad a las infecciones bacterianas que finalmente son responsables del empeoramiento agudo de los síntomas de los pacientes”.
La revisión también destacó la importante carga de la enfermedad asociada con las AECRS. Cada exacerbación a menudo conduce a días de trabajo perdidos, visitas urgentes a la clínica, visitas al departamento de emergencias y endoscopias nasales repetidas. La excesiva dependencia de los antibióticos y los esteroides no solo aumenta los costos, sino que también expone a los pacientes a riesgos graves, como infecciones, tromboembolismo venoso, fracturas y resistencia antimicrobiana. A pesar de esto, muchos médicos prescriben estos medicamentos de forma reflexiva debido a la falta de directrices claras y las exigencias del alivio de los síntomas.
La evidencia del beneficio de los antibióticos en las AECRS es limitada. Un ensayo doble ciego no encontró diferencias significativas en los síntomas o la calidad de vida entre los pacientes tratados con amoxicilina-clavulanato y aquellos que recibieron placebo, cuando ambos grupos también usaron esteroides intranasales y lavados con solución salina. Mientras tanto, los estudios bacteriológicos muestran altas tasas de resistencia a los antibióticos, con casi la mitad de los aislados de AECRS que muestran cierta resistencia y muchos produciendo β-lactamasa.
Los hallazgos subrayan la importancia de una prescripción más selectiva, una terapia guiada por cultivos y una mayor investigación de alternativas como la terapia con bacteriófagos.
Referencias
1. Frederick RM, Lam K, Han JK. Acute exacerbations of chronic rhinosinusitis. Curr Allergy Asthma Rep. Publicado en línea el 20 de diciembre de 2025. doi:10.1007/s11882-025-01239-0
2. Palmerrr JN, Adappa ND, Chandra RK, et al. Efficacy of EDS-FLU for chronic rhinosinusitis: two randomized controlled trials (ReOpen1 and ReOpen2). 2024;12(4):1049-1061. doi:10.1016/j.jaip.2023.12.016
