Una ingeniera alemana con parálisis se lanzó en un viaje espacial, cumpliendo un sueño largamente acariciado, dejando su silla de ruedas atrás para flotar en el espacio mientras contemplaba la Tierra desde las alturas.
Michaela Benthaus, quien sufrió graves lesiones en un accidente de bicicleta de montaña hace siete años, se convirtió en la primera persona en silla de ruedas en viajar al espacio, despegando desde Texas Occidental con la compañía de Jeff Bezos, Blue Origin.
La acompañó Hans Koenigsmann, un ejecutivo retirado de SpaceX, también nacido en Alemania, quien ayudó a organizar y, junto con Blue Origin, patrocinó su viaje.
El precio de los boletos no fue revelado.
Una extasiada Benthaus declaró que se rió durante todo el ascenso –la cápsula superó los 105 kilómetros de altura– e incluso intentó dar una vuelta en el espacio.
El vuelo espacial, de diez minutos de duración, requirió solo ajustes menores para acomodar a Benthaus, según la compañía. Esto se debe a que la cápsula New Shepard, autónoma, fue diseñada teniendo en cuenta la accesibilidad, “haciéndola más accesible a un espectro más amplio de personas que los vuelos espaciales tradicionales”, explicó Jake Mills, ingeniero de Blue Origin, quien entrenó a la tripulación y les asistió el día del lanzamiento.
Entre los anteriores turistas espaciales de Blue Origin se encontraban personas con movilidad reducida, problemas de visión o audición, e incluso un par de nonagenarios.
Para Benthaus, Blue Origin añadió una tabla de transferencia para que pudiera pasar de la escotilla de la cápsula a su asiento. El equipo de recuperación también desplegó una alfombra en el desierto tras el aterrizaje, proporcionando acceso inmediato a su silla de ruedas, que había dejado atrás en el despegue.
Benthaus practicó previamente, con la participación de Koenigsmann en el diseño y las pruebas. Ya existía un ascensor en la plataforma de lanzamiento para subir los siete pisos hasta la cápsula situada en la parte superior del cohete.
Benthaus, de 33 años, forma parte del programa de formación de graduados de la Agencia Espacial Europea en los Países Bajos, y en 2022 experimentó breves momentos de ingravidez durante un vuelo en avión parabólico desde Houston. Menos de dos años después, participó en una misión espacial simulada de dos semanas en Polonia.
“Nunca pensé realmente que viajar al espacio sería una opción real para mí, porque incluso siendo una persona súper sana, es muy competitivo, ¿verdad?”, comentó Benthaus a The Associated Press antes del vuelo.
Su accidente destruyó cualquier esperanza que pudiera haber tenido. “No hay precedentes de personas con discapacidades viajando al espacio”, afirmó.
Cuando Koenigsmann se le acercó el año pasado con la posibilidad de volar en Blue Origin y experimentar más de tres minutos de ingravidez, Benthaus pensó que debía haber un malentendido. Pero no fue así, y aceptó de inmediato.
Se trata de una misión privada para Benthaus, sin la participación de la ESA, que este año aprobó al astronauta reserva John McFall, un amputado, para un futuro vuelo a la Estación Espacial Internacional. El ex paralímpico británico perdió su pierna derecha en un accidente de moto cuando era adolescente.
Una lesión en la médula espinal impide que Benthaus camine, a diferencia de McFall, que usa una prótesis y podría evacuar una cápsula espacial en caso de emergencia al aterrizar por sí mismo. Koenigsmann fue designado antes del vuelo como su ayudante de emergencia; él y Mills la sacaron de la cápsula y la ayudaron a bajar los pocos escalones al final del vuelo.
“Nunca hay que renunciar a los sueños, ¿verdad?”, instó Benthaus tras el aterrizaje.
Benthaus insistió en hacer todo lo posible por sí misma. Su objetivo es hacer que el espacio sea accesible para las personas con discapacidad, pero también mejorar la accesibilidad en la Tierra.
Aunque ha recibido muchos comentarios positivos dentro de “mi burbuja espacial”, señaló que las personas de fuera no siempre son tan inclusivas.
“Espero que esto abra puertas a personas como yo, espero ser solo el comienzo”, dijo.
Además de Koenigsmann, Benthaus compartió el viaje con ejecutivos de empresas, inversores y un científico informático. Con ellos, Blue Origin elevó a 86 el número de personas que han viajado al espacio.
Bezos, el multimillonario fundador de Amazon, creó Blue Origin en 2000 y lanzó su primer vuelo espacial con pasajeros en 2021. La compañía ha entregado desde entonces naves espaciales a la órbita desde Cabo Cañaveral, Florida, utilizando el cohete New Glenn, más grande y potente, y está trabajando para enviar módulos de aterrizaje a la Luna.
