JaQuoia Jones-Brown, escolta de Long Beach State, ha experimentado una notable evolución en su segundo año universitario. Después de jugar 30 partidos como novata, comenzando ocho de ellos y promediando 24 minutos por encuentro, Jones-Brown ha asumido un rol protagónico esta temporada, siendo titular en los diez partidos disputados hasta la fecha y más que duplicando su promedio de puntos, pasando de 7.1 a 16.5.
Según Amy Wright, entrenadora principal de Long Beach State, este salto en el rendimiento de Jones-Brown se debe a la necesidad del equipo. La escuadra perdió a cuatro de sus cinco máximas anotadoras de la temporada anterior, y la quinta, la delantera Mykelle Richards, se encuentra actualmente lesionada. Por ello, el equipo ha necesitado urgentemente la capacidad ofensiva que Jones-Brown ha demostrado.
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“No creo que haya tenido otra opción,” comentó Wright tras la derrota de Long Beach State ante UCLA el sábado. “El año pasado, teníamos algunas jugadoras que anotaban con facilidad. Savannah [Tucker] fue la máxima anotadora de la conferencia, así que JaQuoia pudo aprender de ellas. Ahora, estamos buscando piezas que encajen a la perfección alrededor de ella. Sabíamos que tenía potencial.”
Además de su promedio de puntos, Jones-Brown también captura 6.3 rebotes por partido y distribuye 2.3 asistencias. Su defensa es sólida y genera 1.4 robos de balón por encuentro, interrumpiendo constantemente el ataque rival.
A menudo, un mayor uso de una jugadora puede afectar su eficiencia en el tiro. Sin embargo, Jones-Brown ha mantenido en gran medida su eficacia a pesar de la mayor responsabilidad ofensiva. Como novata, encestó el 41.4% de sus tiros de campo, y esta temporada su porcentaje es del 39.6%. Su porcentaje de triples se ha mantenido constante en un 33.3%.
Y esto ocurre con un aumento en el número de tiros que intenta. Ha incrementado sus intentos de tiro de 6.4 a 14.9 por partido. Realiza 2.7 intentos de triple por encuentro, en comparación con los 1.7 del año pasado. A pesar de que Long Beach State tiene un descanso invernal por delante, Jones-Brown no dejará de entrenar para seguir mejorando.
“Simplemente me quedo en el gimnasio, ya sea durante los entrenamientos o fuera de ellos. Por las mañanas, trabajo con los entrenadores. Sé que se acerca un descanso, pero probablemente estaré en el gimnasio,” declaró Jones-Brown después del partido contra UCLA. “Me dedico a mejorar mi juego. Sé que mi equipo cuenta conmigo, así que tengo que seguir entrenando.”
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Contra UCLA, Jones-Brown volvió a ser la máxima anotadora de Long Beach State, terminando con diez puntos, tres rebotes, una asistencia y dos robos en 34 minutos. Sin embargo, su porcentaje de tiro no fue particularmente bueno, con un 4 de 18 de campo y 0 de 3 en triples.
Pero, en términos generales, Wright quedó satisfecha con lo que vio de su estrella. De hecho, en ocasiones ha querido que Jones-Brown se involucre aún más en el ataque.
“Es una compañera de equipo tan desinteresada que a veces quieres que tire un poco más. Hacia el final, estaba tratando de animarla, para que realizara algunos tiros más y se sintiera bien de cara al partido del lunes,” dijo Wright. “Pero ha hecho un gran trabajo al asumir el desafío. Realiza el trabajo extra. Es todo lo que uno puede esperar de una jugadora.”
Y contra UCLA, Jones-Brown ciertamente abrazó el desafío que tenía por delante. En algunas posesiones, se encontró entre la imponente línea frontal que UCLA presenta cada noche, con jugadoras de 6’7” Lauren Betts, 6’4” Angela Dugalic y 6’4” Sienna Betts como su rotación actual. UCLA crea una pesadilla para la mayoría de los equipos.
Pero, fiel a su estilo, Jones-Brown no se inmutó ante la competencia. La mitad de sus canastas fueron cerca del aro, y ambas llegaron al principio del partido, intentando marcar el tono para su equipo. No importa quién esté frente a ella, la base de 1.68 metros siempre aporta su espíritu competitivo.
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“Soy pequeña, pero siempre soy competitiva. No importa si mides 1.98 metros o la altura que seas, siempre estoy compitiendo,” dijo Jones-Brown. “No importa la altura de ellas o la mía; siempre compito. Se sintió bien jugar contra ellas, ver lo altas que eran y lo pequeña que era yo. Pero aun así conseguí un rebote, así que eso es un logro.”
Sin embargo, a pesar de la progresión de Jones-Brown, Long Beach State ha tenido dificultades para conseguir una victoria. Su récord cayó a 0-10 tras la derrota ante UCLA y se encuentra 0-2 al comienzo de la temporada de la Big West Conference.
Mientras el equipo continúa intentando establecer una identidad, con un mes y medio de temporada transcurrido, Wright confía en que lo lograrán eventualmente, con Jones-Brown a la cabeza.
“Tiene algunas cosas en las que trabajar. Tenemos que mejorar su mano izquierda, tenemos que finalizar las canastas,” dijo Wright. “Pero es una excelente base para construir. Solo es una estudiante de segundo año; es una novata. Tiene un largo camino por recorrer.”
