El mundo del fútbol está de luto por el fallecimiento de John Robertson, leyenda del Nottingham Forest y de la selección de Escocia, a los 72 años de edad. Robertson fue una pieza fundamental del histórico equipo del Forest que, bajo la dirección de Brian Clough, ascendió desde la segunda división inglesa para conquistar múltiples títulos, incluyendo dos Copas de Europa de forma consecutiva.
Robertson asistió el gol decisivo en la primera victoria de la Copa de Europa en 1979 y marcó el gol decisivo en la segunda, contribuciones que lo consagran como uno de los jugadores más destacados en la historia del fútbol británico. Disputó 28 partidos con la selección de Escocia, incluyendo el gol de la victoria sobre Inglaterra en el Campeonato de Gran Bretaña en mayo de 1981, un momento memorable que puede revivir aquí: https://www.youtube.com/watch?v=-527GcmB_6A. Clough lo describió como “el Picasso de nuestro juego”.
El Nottingham Forest emitió un comunicado lamentando profundamente la pérdida de su leyenda: “Estamos desconsolados al anunciar el fallecimiento de John Robertson, leyenda del Nottingham Forest y querido amigo. Un verdadero grande de nuestro club y doble ganador de la Copa de Europa, el talento inigualable de John, su humildad y su inquebrantable devoción por el Nottingham Forest nunca serán olvidados. Nuestros pensamientos están con la familia, amigos y todos los que lo amaron. Descansa en paz, Robbo… nuestro más grande”.
La familia de Robertson también se pronunció: “John falleció pacíficamente en la mañana de Navidad, rodeado de su esposa y familia, después de una larga enfermedad. Nuestro único consuelo en este momento de dolor es que sus sufrimientos han terminado y que se ha reunido con su hija Jessica. “Robbo” fue apreciado por muchos como un héroe futbolístico, pero para nosotros era simplemente John y papá, el hombre de familia… amable, cariñoso, ingenioso, divertido y leal. Aunque nuestros corazones están rotos, siempre estaremos agradecidos por los años que tuvimos el privilegio de compartir con él y los increíbles recuerdos”.
Nacido en Uddingston, Lanarkshire en enero de 1953, Robertson jugó para el Drumchapel Amateur FC antes de unirse al Forest en mayo de 1970. Como extremo, inicialmente le costó impactar en el City Ground, principalmente debido a una falta de profesionalismo caracterizada por su afición a beber, fumar y comer comida frita. Su carrera parecía estancada hasta una reunión decisiva con el asistente de Clough, Peter Taylor, en el verano de 1976. Taylor le dijo a Robertson, sin rodeos, que a menos que cambiara sus costumbres, sería expulsado del club de inmediato.
Robertson se esforzó y, aunque no abandonó por completo sus hábitos fuera del campo, los moderó lo suficiente como para que su talento brillara. Diestro y zurdo, habilidoso, imaginativo y trabajador, se convirtió en una parte fundamental del equipo del Forest que vivió un increíble viaje bajo un increíble entrenador.
Bajo el mando de Clough, el Forest ganó la Primera División en 1978, un año después de ser ascendido a la máxima categoría. También ganaron la Copa de la Liga en 1978, un trofeo que retuvieron la temporada siguiente cuando aseguraron la primera de sus Copas de Europa, derrotando al Malmö en el Estadio Olímpico de Múnich gracias a un cabezazo de Trevor Francis tras una internada y centro de Robertson desde la banda izquierda. Puede revivir ese momento aquí: https://www.youtube.com/watch?v=_puTabcb8Ik.
Fue desde la misma banda desde donde Robertson realizó la contribución decisiva en la final del año siguiente, internándose antes de disparar un tiro raso y escorredizo desde el borde del área que selló la victoria del Forest sobre el Hamburgo en el Bernabéu. Puede ver ese gol aquí: https://www.youtube.com/watch?v=EiWFMAf2rH0.
Robertson disputó más de 500 partidos con el Forest, marcando 95 goles, otro de sus más importantes fue el penalti contra el Liverpool que selló la Copa de la Liga de 1978 en la reválida. Se unió al Derby en 1983 antes de regresar dos años después al Forest, donde permaneció una temporada antes de jugar en ligas no profesionales. El Derby emitió un comunicado expresando sus más sinceras condolencias a la familia y amigos de John Robertson.
Tras su retiro como jugador, Robertson tuvo un período muy exitoso como entrenador, incluyendo cinco años como asistente de su excompañero del Forest, Martin O’Neill, en el Celtic, durante los cuales el club ganó tres títulos de liga y llegó a la final de la Copa de la UEFA. Robertson también trabajó junto a O’Neill en Wycombe, Norwich, Leicester y Aston Villa.
Uno de sus jugadores en el Leicester, Stan Collymore, escribió en X que Robertson era “una de las personas más amables y bondadosas que he conocido. En el Leicester, con Martin O’Neill, sabía de mis problemas y, en lugar de burlarse de ellos como muchos otros, me puso un brazo alrededor, me ofreció palabras de empatía y amabilidad, y me brindó un apoyo genuino”.
Robertson jugó dos Mundiales, marcando en una victoria por 5-2 sobre Nueva Zelanda en los Mundiales de 1982 en España. Había hecho su debut en la Copa del Mundo contra Irán cuatro años antes. La cuenta oficial de la selección escocesa de fútbol rindió homenaje a Robertson.
Clough no siempre fue amable con un jugador que, según admitió, no era el atleta más llamativo, describiéndolo como “desaliñado y fuera de forma” y “un joven poco atractivo”, pero tampoco dudaba de la importancia de Robertson para su equipo. Cuando le preguntaron el 27 de mayo de 1980, un día antes de la final de la Copa de Europa, cómo el Forest se enfrentaría a Manny Kaltz, del Hamburgo, entonces considerado uno de los mejores laterales derechos del mundo, Clough respondió: “Tenemos a un tipo gordito que lo volverá a darle la vuelta”. Y tuvo razón.
