La larga espera de Rory McIlroy para completar el Grand Slam de su carrera culminó de una manera dramática e inolvidable.
Después de dejar escapar una ventaja de cuatro golpes en el Masters de 2011, la historia amenazó con repetirse en abril pasado. McIlroy llegó al último día con una ventaja de dos golpes, pero los recuerdos de oportunidades perdidas resurgieron cuando un doble bogey en el primer hoyo borró su ventaja.
Tres birdies en siete hoyos le devolvieron la delantera, esta vez con una ventaja de cuatro golpes al llegar al back nine. Sin embargo, perdió cuatro golpes en los siguientes cuatro hoyos, a partir del 11.
El drama, sin embargo, estaba lejos de terminar. Tras fallar un putt en el tiempo reglamentario que le habría dado la codiciada chaqueta verde, McIlroy se vio envuelto en un desempate repentino después de que su compañero de equipo en la Ryder Cup, Justin Rose, lograra seis birdies en sus últimos ocho hoyos.
Con el dolor de las decepciones pasadas volviendo a aflorar, McIlroy mantuvo la calma y logró un birdie en el primer hoyo de desempate para ganar su primer Masters. La explosión de alegría fue inmediata, con un rugido ensordecedor seguido de lágrimas de felicidad al final de un día extraordinario de deporte.
“Mucha emoción reprimida salió en el green del 18. Un momento como ese hace que todos los años y todas las oportunidades perdidas valgan la pena”, declaró McIlroy.
En la Ryder Cup, McIlroy contribuyó con tres puntos y medio de cinco posibles, ayudando a Europa a ganar en suelo estadounidense por primera vez en 13 años.
El golfista de 36 años fue objeto de abusos verbales por parte de un público hostil durante todo el evento en Bethpage Black, Nueva York, y denunció un “comportamiento inaceptable y abusivo” después de que su esposa, Erica, fuera golpeada por una bebida lanzada por un aficionado estadounidense.
Tras haber ganado seis veces en sus ocho participaciones en la Ryder Cup, el número dos del mundo es considerado un posible futuro capitán del equipo europeo. “Me encantaría ser el capitán del equipo europeo en algún momento”, dijo McIlroy. “Pero eso será cuando ya no sea lo suficientemente bueno para formar parte del equipo, o cuando dé paso a la nueva generación”.
