¿Un rostro pálido, ojos cansados y mirada perdida? Un nuevo estudio sugiere que las mujeres podrían ser más perceptivas ante estos signos de enfermedad. Investigadores han descubierto que las mujeres tienden a identificar mejor que los hombres los indicios de malestar en el rostro de otras personas.
Las mujeres detectan mejor las señales no verbales de enfermedad
La investigación, publicada en la revista Evolution and Human Behavior, se basó en el análisis de fotografías de personas tanto enfermas como simplemente fatigadas. Los participantes, 280 estudiantes (140 hombres y 140 mujeres), evaluaron 24 imágenes considerando criterios como la salud percibida, la vigilancia, la seguridad, la accesibilidad social y la positividad. El objetivo era medir las diferencias en la percepción entre hombres y mujeres al observar a una persona enferma.
Los resultados revelaron que, en promedio, las mujeres demostraron una mayor sensibilidad a los signos de enfermedad presentes en los rostros. Si bien la diferencia entre los sexos fue leve, se consideró estadísticamente significativa. Esto sugiere que las mujeres son más hábiles para identificar a alguien que sufre, basándose únicamente en su apariencia facial.
Posibles explicaciones para esta mayor sensibilidad
¿A qué se debe esta diferencia? Los autores del estudio proponen dos hipótesis principales. La primera se relaciona con el papel histórico de las mujeres como cuidadoras de bebés y niños pequeños. Esta experiencia podría haberles permitido desarrollar una mayor capacidad para reconocer las señales no verbales de malestar, crucial para identificar rápidamente si un niño necesita atención.
La segunda hipótesis se centra en el concepto de “evitación de patógenos”, que estaría más desarrollado en las mujeres. Según los investigadores, esta capacidad podría estar relacionada con los períodos de inmunosupresión que experimentan las mujeres a lo largo de su vida reproductiva, tanto durante el embarazo como en la fase lútea del ciclo menstrual, en preparación para un posible embarazo. En este sentido, las mujeres habrían estado sometidas a una mayor presión selectiva para evitar las enfermedades en comparación con los hombres.
