NUEVA YORK — La tienda Ah Louis en San Luis Obispo, California, se transforma cada temporada navideña en un escenario de ensueño invernal.
Guirnaldas, cascanueces de gran tamaño, adornos y lazos decoran a principios de noviembre el edificio histórico del centro que alberga la tienda de regalos. En su interior, los clientes pueden elegir entre más de 500 variedades de adornos y una amplia selección de cestas de regalo navideñas.
“Realmente creamos un ambiente mágico. Queremos transmitir esa alegría navideña, ya sea que los clientes entren o no”, afirma Emily Butler, copropietaria del establecimiento.
Sin embargo, Butler explica que ella y su hermana gemela, su socia en el negocio, han tenido que redoblar sus esfuerzos este año para convertir el interés en ventas y obtener beneficios. Muchos de los adornos y pequeños regalos que ofrecen se fabrican en el extranjero y, o bien no llegaron a tiempo, o bien aumentaron de precio debido a los aranceles inusualmente altos impuestos por el presidente Donald Trump a los productos importados, señala.
En respuesta, las hermanas han centrado su oferta en artículos más rentables, como los cascanueces y las cestas de regalo. También han observado que los clientes están siendo más cautelosos con sus compras, optando por una cesta de regalo de 100 dólares en lugar de una de 150 dólares, o comprando un solo adorno en lugar de varios, comenta Butler.
“Definitivamente estamos viendo un comportamiento de consumo más prudente este año”, asegura.
La combinación de aranceles impredecibles, la persistente inflación y la débil creación de empleo han afectado la confianza del consumidor en la economía estadounidense. Según una encuesta de diciembre del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC, la gran mayoría de los adultos en Estados Unidos han notado precios más altos de lo habitual en alimentos, electricidad y regalos navideños en los últimos meses.
Figuras de Papá Noel de chocolate se exhiben en un mercado, el jueves 11 de diciembre de 2025, en Salem, New Hampshire. (Foto AP/Charles Krupa)
Un índice de Gallup que resume las evaluaciones de los estadounidenses sobre las condiciones económicas actuales cayó a su nivel más bajo en 17 meses en noviembre. Los consumidores también han mostrado menos entusiasmo por gastar en regalos navideños: sus presupuestos estimados para regalos disminuyeron 229 dólares entre octubre y noviembre, la mayor caída registrada por Gallup en ese período de la temporada de compras navideñas. La encuesta se realizó en noviembre, coincidiendo parcialmente con el cierre del gobierno, lo que podría haber moderado los planes de gasto.
Juegos y juguetes
Los juegos y juguetes han sido particularmente vulnerables a las subidas de precios relacionadas con los aranceles, ya que la mayoría de los que se venden en Estados Unidos se fabrican en China, según la asociación comercial del sector, The Toy Association.
Los aranceles impuestos por la administración Trump a los productos chinos experimentaron fluctuaciones significativas, comenzando con un 10% adicional, alcanzando un máximo del 145% y finalizando en un 47%.
La incertidumbre dificultó a las tiendas de juguetes la toma de decisiones sobre los pedidos para las fiestas. Dean Smith, copropietario de las tiendas de juguetes independientes JaZams en Princeton, Nueva Jersey, y Lahaska, Pensilvania, explica que los fabricantes chinos a los que compra juguetes no trasladaron los costos arancelarios de una sola vez, pero ha observado un aumento gradual de los precios con cada nuevo pedido.
Electrónica
La electrónica de consumo se fabrica principalmente en China y otros países asiáticos. En 2023, China representó el 78% de las importaciones de smartphones de Estados Unidos y el 79% de las importaciones de laptops y tabletas, según la Consumer Technology Association.
Best Buy anunció en mayo que aumentaría los precios debido a los aranceles. Sin embargo, su directora general, Corie Barry, declaró a finales del mes pasado que la cadena de electrónica de consumo se aseguró de ofrecer computadoras, teléfonos y otros productos a diferentes niveles de precios, una estrategia que atribuyó a su capacidad para atraer a un mayor número de compradores con menor poder adquisitivo.
“El consumidor no es un grupo homogéneo”, señaló Barry a la prensa.
Las videoconsolas son siempre un artículo popular en las fiestas, y los fabricantes de consolas anunciaron subidas de precios a principios de año. Sony aumentó el precio de la PlayStation 5 en 50 dólares, hasta los 550 dólares, en agosto, siguiendo el ejemplo de Microsoft y Nintendo, que también incrementaron los precios de sus consolas.
Decoración navideña
La decoración navideña es otra categoría que depende en gran medida de las importaciones, especialmente de China.
Jeremy Rice, copropietario de House, una tienda de decoración para el hogar en Lexington, Kentucky, especializada en flores artificiales, coronas y decoraciones de mesa, explica que los aranceles ralentizaron la producción de gran parte de su stock de otoño y de productos de temporada como cintas. Algunos artículos más grandes y costosos no se solicitaron debido a su elevado precio de venta al público.
Rice aumentó los precios de los productos que sí obtuvo. Los populares tallos de bayas rojas que House vende desde hace años pasaron de costar 8,95 dólares el año pasado a 10,95 dólares debido al aumento de los costos de importación, según indicó.
“Vendemos miles de estos tallos de bayas y, cada vez que vendíamos uno, me preocupaba el precio real, sabiendo que nuestro proveedor había pagado más por ellos, lo que nos obligó a pagar más y, finalmente, a que nuestros clientes pagaran más”, comentó Rice.
Compras estratégicas
Para evitar los aumentos de precios relacionados con los aranceles, John Harmon, director gerente de investigación tecnológica en la consultora Coresight Research, recomienda visitar tiendas de segunda mano y minoristas con descuento como T.J. Maxx, Marshall’s y HomeGoods. Estas cadenas de precios bajos adquieren gran parte de su inventario de excedentes que habrían entrado en Estados Unidos antes de la entrada en vigor de los nuevos aranceles.
Joe Adamski, director senior en la empresa de servicios de adquisiciones ProcureAbility, señala que los libros, los alimentos y las bebidas son algunos de los productos de fabricación nacional que pueden ser buenos regalos.
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