Existe una notable desconexión entre la percepción pública y la realidad tecnológica actual, similar a la de aquellos que aún creen que los vehículos modernos funcionan con carburadores o motores diésel tradicionales. Esta analogía sugiere una falta de comprensión sobre los avances recientes en diversas áreas tecnológicas.
La información disponible en línea, a través de motores de búsqueda como Google, ofrece abundante evidencia que refuta estas ideas desactualizadas. La facilidad de acceso a la información contrasta con la persistencia de conceptos erróneos.
Esta situación plantea interrogantes sobre la necesidad de una mayor divulgación tecnológica y la importancia de mantenerse actualizado en un mundo en constante evolución.
