Nueva Delhi, India – Asha permanece vigilante a las afueras de la sala de emergencias del Instituto Nacional de Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, en Mehrauli, al sur de Delhi, prometiendo a su hijo Nitish que no lo abandonará.
Nitish, de 19 años, se mostraba reacio a ingresar en un hospital público, incluso después de que los médicos le indicaran la necesidad de realizar pruebas adicionales para determinar la causa de su repentina dificultad para respirar. Había estado luchando por respirar durante dos o tres días – algo que nunca antes había experimentado – y su familia cree que el aire contaminado de Delhi está jugando un papel importante.
“Nunca se había quejado de problemas respiratorios. No sé qué le pasa, debe ser por la creciente contaminación del aire”, declaró Asha a This Week in Asia. “Todos los días tiene que viajar a la universidad en este aire tóxico”.
Escenas como esta se están volviendo cada vez más comunes en la India capital, ya que la niebla invernal agudiza su impacto, llevando a un mayor número de pacientes con problemas respiratorios a los hospitales y exponiendo una creciente brecha en la forma en que los residentes afrontan el aire contaminado.
