El enfrentamiento del domingo entre los Las Vegas Raiders y los New York Giants tiene importantes implicaciones para el Draft de la NFL de 2026. En este duelo entre dos equipos con récords de 2-13, el perdedor se posiciona para asegurar la primera selección global y, por ende, el control del draft.
La estrella de los Raiders, Maxx Crosby, habló con franqueza sobre la perspectiva de los jugadores ante este crucial partido.
“La verdad, no me importa la selección,” declaró Crosby el martes. I don’t give a sh– about the pick. “No juego por eso. Ese no es mi trabajo. Mi trabajo es ser el mejor defensive end del mundo. En eso me concentro cada día. Ser un gran líder, ser una influencia. Ser ese jugador de manera consistente para mi equipo.”
Si bien los aficionados pueden desear una derrota si consideran que es lo mejor para el éxito a largo plazo de la franquicia, el tiempo, el dinero y el apoyo emocional que invierten en su equipo les otorgan esa libertad de elección. La oficina directiva y el cuerpo técnico pueden tener sus propias preferencias.
Pero, ¿los jugadores? ¿Aquellos cuyas carreras podrían terminar en una sola jugada? ¿Aquellos que someten sus cuerpos a rigores inimaginables? ¿Aquellos que dedican cada momento a buscar una ventaja que los lleve a la victoria? Ellos juegan para ganar.
Crosby comprende a la perfección esta dualidad.
“Ese es su trabajo. Esa es la función de la oficina directiva y los entrenadores,” continuó. “Eso no tiene nada que ver conmigo. He aprendido la lección en el pasado. No se puede controlar todo. Esa no es mi descripción de trabajo. Mi trabajo es ser el mejor en lo que hago. Y eso es destrozar el juego.”
El cinco veces Pro Bowler tiene razón al no preocuparse por el draft. Incluso asegurar la primera selección no garantiza el futuro. La única vez que los Raiders tuvieron la primera selección en la era moderna del draft, eligieron a JaMarcus Russell, uno de los mayores fracasos en la historia de la liga.
El partido del domingo marcará el tercer encuentro en la historia de la NFL entre dos equipos con un récord de 11 o más derrotas. Los otros dos fueron: los Buccaneers derrotaron a los Colts 2-13 en la semana 17 de 1991; y los Colts vencieron a los Patriots 1-14 en la semana 16 de 1981.
