Las autoridades de San Francisco han concentrado sus esfuerzos de revitalización del centro de la ciudad en locales comerciales a nivel de calle y puntos clave como Union Square, que genera casi el 15% de los ingresos fiscales por ventas minoristas de toda la ciudad, según Anne Taupier, directora de la Oficina de Desarrollo Económico y de la Fuerza Laboral de la ciudad.
“Siempre hemos sabido que la zona entre Moscone [Center] y Union Square es fundamental, por lo que ha sido muy importante para nosotros encontrar una manera de devolver el comercio minorista a la calle en Powell Street y en Union Square”, afirmó Taupier. “Algunos de los espacios en Powell Street son grandes, por lo que es un poco más difícil llenarlos con pequeñas empresas, pero estamos viendo mucho interés.”
Aún más difícil de ocupar es el masivo San Francisco Centre, con 1.2 millones de pies cuadrados, que se encuentra casi completamente vacío en las calles Market y Powell. El edificio histórico incluye 5.9 acres dedicados a comercios, oficinas, un antiguo cine y espacios de almacenamiento, todo en una ubicación privilegiada con acceso a las líneas de BART y MUNI.
El centro comercial fue subastado el mes pasado por casi $133 millones a acreedores que ahora buscan dirigir el espacio hacia un nuevo futuro. La corredora CBRE se encarga de la venta del centro comercial.
“En medio de un liderazgo cívico renovado, tres años consecutivos de crecimiento positivo de la población y una creciente demanda de empresas de inteligencia artificial y tecnología, San Francisco Centre & Emporium está en una posición única para anclar el próximo capítulo en la recuperación del centro de San Francisco”, declaró Kyle Kovac, vicepresidente ejecutivo del equipo de Mercados de Capital de CBRE en San Francisco, en un comunicado preparado.
La tasa de ocupación del centro comercial es ahora de alrededor del 9%. Algunos de los pocos inquilinos restantes están optando por dejar que sus contratos de arrendamiento expiren y a otras empresas se les ha pedido que desalojen el edificio antes de fin de enero.
El centro comercial permanece abierto con solo un puñado de negocios en funcionamiento, y la escalera mecánica central en espiral está cerrada en los pisos superiores. En un día laborable reciente de diciembre, durante una de las temporadas de compras más concurridas, los guardias de seguridad superaban en número a los clientes que entraban a comprar o simplemente a cargar sus teléfonos móviles, pero la música navideña seguía resonando en el atrio y los pasillos inquietantemente vacíos.
Los líderes de la ciudad confían en un nuevo futuro para el edificio que vaya más allá de un centro comercial típico, pero lo que podría ser aún es incierto y los funcionarios se mantienen reservados sobre los planes. CBRE declinó una entrevista sobre el edificio, y a esta reportera se le impidió entrevistar a los compradores mientras se encontraba en el lugar para cubrir esta noticia.
El futuro incierto y las cambiantes tendencias económicas generan una combinación de esperanza y ansiedad en supervisores de San Francisco como Matt Dorsey, cuyo distrito incluye la propiedad del centro comercial.
“A lo largo de los años, ese edificio, especialmente el lado de Emporium, ha tenido éxito y ha fracasado y ha tenido éxito y ha fracasado”, dijo Dorsey. En cuanto a lo que debería venir después en ese espacio, dijo: “Es mi pregunta menos favorita, porque no tengo una buena respuesta ni una buena idea”.
Los expertos afirman que lo que sea que suceda a continuación debe ofrecer a las personas una experiencia que no puedan comprar en línea.
“Si un centro comercial no se reconfigura y no cuenta con minoristas que ofrezcan algo único, no tendrá éxito”, dijo Kirthi Kalyanam, director ejecutivo del Instituto de Gestión Minorista de la Universidad de Santa Clara. “Llenar algunos locales es táctico, pero no creo que [los líderes de la ciudad] tengan una estrategia real”.
Las ideas han variado desde estadios deportivos hasta una universidad y todo tipo de usos mixtos del edificio Emporium y el centro comercial que, hasta hace poco, albergaba la tienda Nordstrom más grande del país.
Devin Begley es uno de los pocos residentes de San Francisco que todavía visita el centro comercial con frecuencia. Solía trabajar para una de las tiendas minoristas del centro comercial y ha sido testigo de su transformación posterior a la pandemia de primera mano.
“Esto tiene que convertirse en un espacio comunitario, algo artístico. Dejen que City College lo tenga, o la Academia de Arte”, dijo. “Es frustrante. Solo quiero que este espacio se sienta como un abrazo tan cálido como el que he sentido aquí”.
Begley a menudo toca la guitarra en la esquina de Market y 4th streets, y de vez en cuando entra al centro comercial para hacer una llamada telefónica o tomar un descanso. Cuando los turistas le preguntan qué lugares visitar y qué ver, los dirige al Ferry Building, Golden Gate Park o Union Square. Pero, por ahora, está dirigiendo a la gente lejos del centro comercial.
“La buena noticia es que algo va a pasar”, dijo Egan, el economista de la ciudad. “Realmente no importa qué sea, siempre y cuando suceda pronto”.
