Los contribuyentes estadounidenses podrían enfrentar aumentos significativos en sus impuestos en 2026 si ciertas disposiciones fiscales temporales establecidas en 2017 expiran, según reportes recientes. Estas disposiciones, implementadas bajo la administración anterior, incluyen reducciones en los impuestos sobre la renta individual y corporativo.
Específicamente, los impuestos sobre la renta individual, que actualmente se encuentran en tasas más bajas, volverán a los niveles anteriores si no se toman medidas legislativas. Esto afectaría a una amplia gama de contribuyentes, desde aquellos en tramos impositivos más bajos hasta los más altos.
Además, el impuesto corporativo, que se redujo a 21%, podría aumentar. Este incremento tendría implicaciones para las empresas y, potencialmente, para la economía en general.
La expiración de estas disposiciones fiscales podría generar un aumento sustancial en los ingresos fiscales del gobierno federal. Sin embargo, también podría tener un impacto en el crecimiento económico y en la capacidad de gasto de los consumidores y las empresas.
La situación actual requiere una atención cuidadosa por parte de los legisladores, quienes deberán decidir si extender estas disposiciones fiscales, modificarlas o permitir que expiren. La decisión tendrá consecuencias significativas para la economía y para los contribuyentes estadounidenses.
