Ucrania: La diplomacia se intensifica con la visita de Zelensky a Trump en Mar-a-Lago
El conflicto en Ucrania atraviesa una fase crítica mientras la diplomacia internacional se acelera en busca de un avance antes de fin de año. El presidente Volodímir Zelenski viajará el próximo domingo a Florida para reunirse con Donald Trump en su residencia de Mar-a-Lago. El objetivo declarado es discutir nuevas propuestas de paz e intentar desbloquear una situación que, según el líder ucraniano, está resuelta en un 90%, a pesar de los importantes obstáculos y profundas diferencias que persisten en la etapa final de las negociaciones.
El ambiente que rodea esta reunión se caracteriza por señales contradictorias. Por un lado, el activismo estadounidense parece buscar un impulso definitivo al diálogo; por otro, Moscú envía mensajes ambiguos. El Kremlin, si bien afirma que un acuerdo nunca ha estado tan cerca, acusa simultáneamente a Europa y a Kiev de sabotear los progresos alcanzados. En este contexto, la Unión Europea mantiene una postura de extrema cautela. La portavoz de la Comisión Europea, Arianna Podestà, ha señalado la falta de indicios concretos de un interés real de Rusia por un alto el fuego, reiterando que la participación de Bruselas es esencial para el éxito de cualquier plan de estabilidad a largo plazo.
El núcleo de la conversación entre Zelenski y Trump será un documento de veinte puntos, ya enviado a Moscú, que esboza una compleja arquitectura de seguridad. Entre los temas más delicados figuran la gestión del Donbás y el futuro de la central nuclear de Zaporiyia. Aunque la línea actual de despliegue de tropas se considera de facto la línea de contacto para la supervisión internacional, persisten divergencias sustanciales sobre la soberanía territorial. Washington propone soluciones de compromiso, como la creación de una zona económica libre sujeta a referéndum o aprobación parlamentaria, y una gestión compartida de la planta nuclear que también incluya a Estados Unidos, una propuesta que Kiev observa con recelo, prefiriendo la exclusión total de Rusia.
Paralelamente a las conversaciones con la futura administración estadounidense, Zelenski ha fortalecido el frente de aliados a través de consultas con el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, y los principales líderes europeos, incluyendo al canciller alemán Friedrich Merz y al primer ministro británico Keir Starmer. Mientras el consejero Mykhailo Podolyak menciona la disposición de países como Francia y el Reino Unido a enviar contingentes para futuras misiones de mantenimiento de la paz, Rusia relanza la propuesta de un pacto de no agresión escrito y vinculante con los países de la OTAN.
A pesar de la intensa actividad diplomática, la realidad sobre el terreno sigue siendo dramática. La noche del viernes al sábado estuvo marcada por nuevos ataques rusos contra infraestructuras críticas en Odesa y otras regiones ucranianas, provocando incendios y cortes de energía. Los ataques perpetrados el día de Navidad, que causaron víctimas civiles entre Zaporiyia y Jersón, recuerdan al mundo que, mientras se discuten garantías jurídicas y zonas económicas, la distancia entre los borradores negociadores y una tregua efectiva sigue siendo trágicamente grande.
