En 2024, más de un millón de contribuyentes destinaron 37 millones de euros a diversas causas, elevando a casi 250 millones el total de impuestos asignados a estas iniciativas en la última década.
Existe un gesto anual que transforma los impuestos en solidaridad. Una simple marca en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) – sin costes adicionales, ni impacto en la devolución o el importe a pagar – permite apoyar causas sociales, culturales o humanitarias. Un acto sencillo en apariencia, pero con un impacto real en la vida de miles de personas.
“En 2024, más de un millón de contribuyentes destinaron 37 millones de euros a entidades autorizadas, una cifra que ha experimentado un crecimiento constante. A lo largo de una década, el monto consignado asciende a casi 250 millones de euros, lo que demuestra la solidaridad y generosidad de los portugueses”, destaca Ricardo Garcia, secretario general del Centro Portugués de Fundaciones.
Según la Autoridad Tributaria, en 2024 existían 5274 entidades en la lista de candidatos a recibir parte del impuesto que los contribuyentes pueden destinar. Puede consultar la lista aquí. Si opta por una entidad que no cumple los requisitos y no figura en la lista, la administración tributaria no realizará la transferencia del 1%.
La asignación del IRPF se creó en 2001 y permitía, inicialmente, destinar el 0,5% del impuesto liquidado a entidades de utilidad pública. En noviembre de 2024, este mecanismo se reforzó, permitiendo la asignación del 1% del IRPF. Un cambio que duplica el impacto de este gesto voluntario, sin aumentar la carga para los contribuyentes.
En un contexto donde la confianza en las instituciones a menudo se pone a prueba, la asignación del IRPF se mantiene como un raro punto de consenso. No cuesta más a quien contribuye y garantiza que una parte de los impuestos se aplica directamente a las causas elegidas por los ciudadanos. Si no se realiza la asignación, ese monto se integra en el total recaudado por el Estado, que decidirá dónde aplicarlo.
Para asignar, basta con consultar la lista de entidades autorizadas por la Autoridad Tributaria y, después de elegir la institución a apoyar, rellenar el cuadro 11 de la declaración Modelo 3, indicando el NIF de la entidad elegida. En el IRPF automático, la asignación se realiza en el área “Pre-Liquidación”.
¿Cuál es, en definitiva, el impacto en su IRPF?
La asignación del 1% se calcula sobre el impuesto liquidado, y no sobre la devolución o el importe a pagar. Esto significa que no representa ningún coste adicional para el contribuyente. El monto asignado es siempre asumido por el Estado.
Por ejemplo, si el impuesto liquidado es de 4800 euros y las retenciones a cuenta suman 5200 euros, el contribuyente tendrá derecho a una devolución de 400 euros. Al asignar el IRPF, 48 euros (el 1% del impuesto liquidado) se transfieren a la entidad elegida, sin alterar el valor de la devolución del contribuyente.
Lo mismo se aplica a quienes tienen impuesto a pagar. Si el impuesto liquidado es de 7200 euros y las retenciones y pagos a cuenta suman seis mil euros, el importe a entregar al Estado será de 1200 euros. Aún así, 72 euros se asignan a la entidad beneficiaria, sin aumentar el importe a pagar al Estado.
En cualquier escenario, la lógica es la misma: apoyar causas sociales de forma sencilla, transparente y sin impacto en el bolsillo. Un gesto silencioso que, sumado al de miles de otros contribuyentes, ha ganado relevancia y marcado la diferencia.
