¿Un aterrizaje suave o un descenso en picado? Entre principios de enero y finales de octubre, se firmaron cerca de 769.000 contratos de aprendizaje en el sector privado y público, lo que representa una disminución del 4,4% en comparación con el mismo período de 2024. Esta evolución, destacada en una publicación difundida el martes 30 de diciembre por el Ministerio de Trabajo, no sorprende, especialmente considerando las restricciones presupuestarias impuestas a esta vía de formación durante los últimos tres años. El gobierno planea implementar nuevas medidas restrictivas en las próximas semanas, lo que plantea la cuestión de si esta política en favor de la inserción profesional de los jóvenes corre el riesgo de desvanecerse.
Se da por sentado que el balance de 2025 será menos favorable que el del ejercicio anterior, aunque los servicios del Estado aún no disponen de todos los datos para afirmarlo con precisión. Basándose en estadísticas proporcionadas por operadores que operan exclusivamente en el sector privado, el Ministerio de Trabajo ha publicado recientemente una estimación a la baja: en comparación con 2024, el número de contratos de aprendizaje firmados en los últimos doce meses debería registrar una erosión del 3% al 4%, según cálculos recogidos en el diario Les Echos del 26 de diciembre.
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