Es fundamental considerar los costos de mantenimiento al realizar una inversión, evitando que esta se deteriore rápidamente y genere una carga financiera adicional. La falta de previsión económica para el cuidado de un activo puede resultar en deudas significativas al intentar deshacerse de él en el futuro.
La planificación financiera es crucial para asegurar la sostenibilidad de cualquier adquisición. No basta con el desembolso inicial; es necesario contemplar los gastos continuos que permitirán mantener el activo en óptimas condiciones y evitar su depreciación acelerada.
Ignorar estos costos puede llevar a una situación de desventaja económica, donde la venta del activo no cubre la inversión original, generando pérdidas y endeudamiento.
