Fuerzas de ocupación israelíes se adentraron en varias aldeas en la zona rural meridional de la provincia siria de Quneitra la mañana del jueves, obstaculizando el movimiento de los civiles. Esta acción representa una continuación de las constantes violaciones a la soberanía siria.
Según informó un corresponsal de la agencia oficial de noticias SANA, una fuerza de ocupación compuesta por dos vehículos Humvee penetró en varias aldeas en la zona rural meridional de Quneitra, partiendo desde Tel Ahmar, al oeste.
Los vehículos siguieron el camino que conduce a la aldea de Kudna, llegando hasta la aldea de Ain Ziwan, y luego a la aldea de Suwaisa, donde patrullaron, inspeccionaron a los transeúntes y obstaculizaron el tráfico.
El corresponsal añadió que una fuerza de ocupación compuesta por tres vehículos militares también se adentró en la zona ubicada entre la localidad de Bir Ajam y la aldea de Bireqa por un corto período de tiempo antes de retirarse.
Violación rutinaria
La incursión de las fuerzas de ocupación en la región se ha convertido en una práctica habitual y casi diaria. El miércoles por la noche, fuerzas israelíes se adentraron en varias aldeas en la zona rural septentrional de Quneitra y en la localidad de Al-Jalma, en la zona rural occidental de Deraa, donde detuvieron a dos jóvenes.
Asimismo, un dron israelí bombardeó la zona alrededor de la presa de Al-Muntara, en la zona rural septentrional de Quneitra, el miércoles por la noche, con el objetivo de impedir que los civiles se acercaran a ella. La presa es la principal fuente de agua en la provincia de Quneitra, contribuyendo al suministro de agua potable y al riego.
Poco antes de este bombardeo, una fuerza del Ejército israelí agredió a un grupo de niños y mujeres mientras recolectaban hongos en la zona entre las aldeas de Al-Adnaniyah y Ruwayhinah.
A pesar de que el gobierno sirio no representa una amenaza para Tel Aviv, el ejército israelí ha lanzado en el pasado ataques aéreos que han causado la muerte de civiles y la destrucción de sitios, vehículos militares, armas y municiones del ejército sirio.
Israel continúa con sus políticas agresivas y viola el acuerdo de separación de fuerzas de 1974, a través de las incursiones en el sur de Siria y las agresiones contra los ciudadanos.
Estas agresiones se producen en un contexto de negociaciones sirio-israelíes para alcanzar un acuerdo de seguridad, en el que Damasco exige en primer lugar que la situación en el terreno vuelva a ser como era antes del 8 de diciembre de 2024, cuando las facciones revolucionarias derrocaron al régimen del presidente depuesto Bashar al-Assad.
Siria sigue exigiendo la retirada de las fuerzas de ocupación israelíes de su territorio, afirmando que todas las acciones que lleva a cabo en el sur de Siria son nulas y sin efecto, y no tienen ninguna consecuencia legal según el derecho internacional.
Damasco ha instado y sigue instando a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades y disuadir las prácticas de la ocupación, obligándola a retirarse por completo del sur de Siria y a volver al acuerdo de separación de fuerzas de 1974.
Los sirios afirman que la continuación de las violaciones israelíes limita su capacidad para restablecer la estabilidad y obstaculiza los esfuerzos del gobierno para atraer inversiones con el fin de mejorar la situación económica.
