A veces, cuatro semanas y media pueden parecer una eternidad.
Así lo experimentó el novato linebacker Marc Woodard, quien fue uno de los últimos jugadores cortados por Pittsburgh menos de una semana antes del inicio de la temporada 1993 y luego firmó con el equipo de práctica de los Eagles después de cinco partidos.
“Para ser honesto, era joven e inexperto y no tenía mucha orientación. Simplemente pensé, ‘Bueno, ese era mi sueño y se acabó'”, admitió Woodard. “Me quedaban tres clases para terminar mi maestría (en la Universidad Estatal de Mississippi), así que había decidido volver a la escuela y terminarla e intentar seguir adelante con mi vida de alguna manera”.
“Y entonces suena el teléfono y son los Eagles, así que el sueño vuelve a estar vivo”, añadió.
Una vez en Filadelfia, Woodard entró por primera vez en el vestuario y se encontró cara a cara con la historia de los Eagles.
“Había tipos como Seth Joyner, Byron Evans y Willie T (William Thomas). Ese era el equipo titular de linebackers en ese momento”, recordó Woodard. “Eric Allen todavía estaba allí. Andre Waters todavía estaba allí. Wes Hopkins. Así que todavía quedaban restos de esa antigua defensa de Buddy Ryan en el vestuario”.
“Y fue genial estar cerca de todos esos tipos. Estaban dispuestos a explicar las cosas y señalar diferentes aspectos. Seth era más serio y concentrado, pero era un gran vestuario”.
Aunque “Buddy Ball” era solo un recuerdo en ese momento, con Rich Kotite en su tercer año como entrenador en jefe, Woodard se unía a una defensa orquestada por el coordinador de larga trayectoria, Bud Carson.
“Ciertamente no fue la defensa más fácil de aprender”, explicó Woodard. “Tenía una defensa llamada AFC, frente y cobertura automáticos. Y dependiendo de cómo saliera y se alineara el ataque, eso debía dictar cómo se alinearía la defensa y qué cobertura debía jugar la defensa secundaria”.
“Y recuerdo haber pensado, ‘Vaya, no me di cuenta de que era tan complicado’. Ciertamente no era tan complicado cuando estaba en el campo de entrenamiento de Pittsburgh. Ejecutabas lo que te decían. Había audibles, pero todo lo automático, donde si salían y se alineaban así, se suponía que automáticamente sabías que íbamos a alinearnos en este frente y en esta cobertura”.
“Así que fue un desafío, pero fue un muy buen ambiente de aprendizaje porque todos estaban dispuestos a enseñar y mostrarnos los trucos del oficio”.
Después de ganarse un lugar en la plantilla la temporada siguiente, Woodard pisó el campo por primera vez en un partido de temporada regular en el partido inaugural en el Meadowlands contra los Giants. Jugó en todos los partidos, terminando segundo en equipos especiales con 27 tacleadas.
En 1995, Woodard vio acción como linebacker en situaciones de pase y registró un sack en ambos lados del descanso de mitad de temporada: en el partido de la semana 7 contra los Giants, junto con cuatro tacleadas, y en el partido de la semana 9 contra los Rams. Y seguía siendo una fuerza en equipos especiales, liderando la unidad con 14 tacleadas y siendo nombrado MVP.
