La doctrina de “Estados Unidos Primero” de la administración Trump –priorizando relaciones transaccionales, reduciendo la asistencia extranjera y remodelando la representación diplomática– ha provocado cambios significativos en las relaciones entre Estados Unidos y África. Estos incluyeron reducciones sustanciales en la asistencia extranjera para la salud global, el inédito retiro de embajadores estadounidenses en todo el continente, la imposición de prohibiciones de viaje ampliadas a varios países africanos y acciones militares selectivas, como el ataque de diciembre de 2025 contra militantes de ISIS en Nigeria.
La acción en Nigeria se produjo en paralelo a operaciones de seguridad más tradicionalmente justificadas en regiones como Yemen, donde las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos eran más directas y ampliamente reconocidas.
Reducciones en la Asistencia Extranjera Estadounidense para la Salud
Durante dos décadas previas a la administración Trump, Estados Unidos fue el mayor donante mundial de salud a África. Programas como el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR), el Fondo Mundial para Combatir el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria y las iniciativas de salud materna e infantil de USAID ampliaron drásticamente el acceso a tratamientos que salvan vidas. Estos programas fueron ampliamente considerados entre las iniciativas de política exterior estadounidense más exitosas del siglo XXI.
Propuestas y Recortes Presupuestarios de la Administración Trump
A partir de 2017, la administración Trump propuso repetidamente recortes profundos en la financiación de la salud global, incluidos recortes a PEPFAR, programas contra la malaria y preparación ante pandemias. La justificación era coherente con la visión general de la administración: la asistencia extranjera se consideraba un costo en lugar de una inversión, y los programas de salud global se consideraban insuficientemente alineados con los intereses nacionales estadounidenses inmediatos. Este cambio creó incertidumbre para los gobiernos africanos y las organizaciones de salud que habían llegado a depender del apoyo estadounidense predecible.
Consecuencias para los Sistemas de Salud Africanos
Es difícil cuantificar el impacto que los recortes han tenido en el bienestar de las personas que dependían de los servicios apoyados, pero es enorme tanto en términos de vidas individuales como de instalaciones de salud y personal capacitado.
Lo que está claro es que los ministerios de salud y las ONG se enfrentaron y se enfrentan a la incertidumbre en la planificación de intervenciones plurianuales y no pueden confiar en el compromiso a largo plazo del gobierno estadounidense. Otros actores globales, como China, la UE y fundaciones privadas, realizan algunos esfuerzos para suplir las carencias de Estados Unidos, pero la ruptura de la continuidad es perjudicial en sí misma. En el pasado, el Congreso mitigó las reducciones más severas, pero la postura de esta administración es una desviación significativa del consenso bipartidista que anteriormente regía el compromiso estadounidense con la salud global.
Retiro de Embajadores Estadounidenses de Países Africanos
A finales de 2025, la administración Trump inició el retiro de casi 30 embajadores estadounidenses en todo el mundo, y África soportó la peor parte de la acción. Según informes de Firstpost Africa, los embajadores fueron retirados de 13 naciones africanas –incluidos Nigeria, Somalia y Uganda– como parte de un esfuerzo más amplio para reemplazar a los designados de la era Biden con personas alineadas con la agenda de “Estados Unidos Primero”.
Informes adicionales de The African Mirror indican que se retiraron 15 embajadores africanos, lo que representa la mayor retirada diplomática de un solo continente en la historia moderna de Estados Unidos.
La justificación declarada por la administración fue la necesidad de embajadores que “promuevan la agenda de Estados Unidos Primero”. Esto representa una desviación significativa de la práctica diplomática tradicional, que valora la continuidad, la experiencia y el profesionalismo no partidista. Dicho esto, la administración considera que estos retiros sirven a propósitos políticos y estratégicos, a saber: garantizar que las misiones estadounidenses estén dirigidas por personas leales a la cosmovisión de la administración; reducir la autonomía de los diplomáticos de carrera que podrían resistirse a los cambios de política abruptos; señalar a los gobiernos africanos que el compromiso estadounidense estaría condicionado a la alineación con las prioridades estadounidenses.
Este masivo retiro de embajadores en un corto período de tiempo tiene consecuencias de gran alcance, ya que muchas embajadas carecen de embajadores confirmados por el Senado, lo que debilita la influencia estadounidense en un momento de creciente participación china y rusa. Además, muchos de los diplomáticos de carrera tenían un profundo conocimiento del país y de la región, y su partida interrumpe las iniciativas en curso y probablemente pierde información clave sobre el continente.
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Ataque Militar Estadounidense a Militantes de ISIS en Nigeria
El 25 de diciembre de 2025, el presidente Trump anunció que las fuerzas estadounidenses habían llevado a cabo “numerosos ataques perfectos” contra militantes de ISIS en el noroeste de Nigeria.
El Comando África de Estados Unidos confirmó que los ataques se llevaron a cabo a petición de las autoridades nigerianas y se dirigieron a campos de ISIS en el estado de Sokoto. Al explicar la operación, la administración argumenta que es una respuesta nigeriana aprobada a la violencia contra los cristianos en Nigeria.
Trump ha enfatizado que el “asesinato de cristianos” es el factor motivador. Sin embargo, a diferencia de las operaciones militares estadounidenses en Yemen, el ataque a Nigeria tuvo una conexión mucho más tenue con la seguridad nacional estadounidense. La Provincia de ISIS-África Occidental (ISWAP) y otros grupos militantes en Nigeria no han demostrado la capacidad o la intención de atacar directamente a Estados Unidos. En resumen, el ataque a Nigeria parece más simbólico y políticamente motivado que estratégicamente necesario.
La comparación es significativa. Las operaciones militares estadounidenses en Yemen se han justificado durante mucho tiempo por la presencia de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), que ha intentado ataques contra Estados Unidos; la importancia estratégica del estrecho de Bab el-Mandeb, un punto crítico marítimo, y el apoyo de Irán al movimiento Houthi, que vincula a Yemen con las tensiones más amplias entre Estados Unidos e Irán. Ninguno de estos factores se aplica a Nigeria.
Marco de “Estados Unidos Primero”: ¿Cuál es el Impacto en el Futuro?
La política africana de la administración Trump ha estado moldeada por varios principios centrales de “Estados Unidos Primero”. Estos son principalmente: el compromiso estadounidense debe depender de los beneficios percibidos para Estados Unidos; altos niveles de escepticismo sobre el multilateralismo, lo que se traduce en una reducción de la participación en iniciativas globales que afectan a África; y ver a África principalmente como una región de rivalidad entre Estados Unidos y China.
Las políticas de la administración Trump hacia África reflejan una profunda reorientación del compromiso estadounidense. Las reducciones en la asistencia extranjera para la salud señalaron una retirada de compromisos de larga data que habían salvado millones de vidas. El retiro masivo de embajadores interrumpió las relaciones diplomáticas y socavó la influencia estadounidense en un momento crítico. El ataque militar en Nigeria, si bien fue tácticamente exitoso, destacó el enfoque selectivo y políticamente influenciado de la administración hacia la seguridad.
En resumen, a medida que la competencia global se intensifica y la importancia geopolítica de África crece, es difícil ver cómo las consecuencias a largo plazo de este cambio beneficiarán a Estados Unidos en los próximos años.
Nota del Editor: Las opiniones expresadas aquí por los autores son propias y no representan las de Impakter.com — En la Foto de Portada el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aborda el Air Force One en Naval Station Norfolk Chambers Field en Norfolk, Virginia, el 5 de octubre de 2025. Crédito de la Foto de Portada: White House / Daniel Torok.
