El estado de Texas ha emprendido acciones legales contra los principales fabricantes de televisores, acusándolos de capturar imágenes del contenido de las pantallas dos veces por segundo.
En una era donde nuestros televisores están tan conectados como nuestros teléfonos inteligentes, es legítimo preocuparse por la privacidad de nuestros datos personales, incluso frente al televisor del salón. El fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha intensificado la situación al iniciar una investigación judicial a gran escala contra los mayores fabricantes del sector, acusándolos de utilizar la tecnología ACR (Reconocimiento Automático de Contenido) en sus modelos y de perjudicar la privacidad de sus clientes.
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Un “invasor digital invisible y no solicitado”
¿Y si su televisor fuera el Gran Hermano observándole? Según los documentos presentados ante el tribunal texano, los fabricantes de televisores como Sony, LG, Samsung o HiSense se esfuerzan por recopilar la mayor cantidad posible de datos personales sobre las preferencias de sus clientes.
En el comunicado oficial del fiscal general de Texas, los televisores conectados se describen directamente como “invasores digitales invisibles y no solicitados”. Gracias a la tecnología ACR, los fabricantes de televisores vigilan lo que ve, ¡cada 500 milisegundos! Si ya se sentía incómodo con las promesas de Microsoft y su función Recall, aquí nos enfrentamos a algo aún más impactante.
En esencia, el software integrado en la mayoría de los televisores actuales captura imágenes de lo que se muestra en la pantalla y las transmite a los fabricantes sin el consentimiento de los usuarios. Esto incluye los canales que pueda estar viendo, sus series favoritas en Netflix o Disney+, e incluso contenido de fuentes externas como un dispositivo USB o una consola de juegos.
¿Cuál es la situación en Europa?
Estos datos, recopilados con fines de publicidad dirigida, están menos protegidos en Estados Unidos que en Europa, especialmente en Francia. Es importante tener en cuenta que las acusaciones planteadas por el fiscal de Texas se refieren únicamente a los televisores comercializados en Estados Unidos. Si se demostraran tales prácticas en Europa, los fabricantes se enfrentarían a importantes sanciones en virtud del RGPD.
Sin embargo, no debemos bajar la guardia. Sí, incluso en Europa, nuestros televisores recopilan datos sobre lo que vemos. Basta con leer atentamente las políticas de privacidad que se nos presentan con cada actualización o al iniciar un nuevo televisor. Además, muchas opciones que facilitan la recopilación de datos están ocultas en los menús y submenús de los televisores conectados. Según la denuncia presentada contra HiSense, se necesitarían unos 200 clics en su mando a distancia para desactivar todos los módulos que autorizan la recopilación de datos en los televisores del grupo chino.
Estas “facilidades” europeas no han impedido que el gigante LG haya suscitado una oleada de críticas la semana pasada con la actualización de sus televisores, que instala discretamente la inteligencia artificial Copilot de Microsoft en todos los modelos compatibles. Una aplicación imposible de desinstalar.
