Volkswagen ha cerrado su planta de Dresde, la primera fábrica en la historia moderna de la compañía en Alemania en cesar su actividad productiva. La planta, conocida como la “fábrica de cristal”, finalizó su producción el 16 de diciembre de 2025, poniendo fin a más de dos décadas como símbolo de ensamblaje y escaparate de la marca.
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La decisión, principalmente de carácter económico, responde a que la fábrica de cristal nunca fue una planta de gran volumen, sino un proyecto específico con un enfoque más en la imagen de marca que en la producción a gran escala. En los últimos años, se ensambló principalmente el modelo eléctrico ID.3, pero Volkswagen actualmente está impulsando una reducción significativa de los costes fijos y la simplificación de las estructuras en Alemania. En un contexto de crecimiento más lento de lo previsto en el mercado europeo y una creciente competencia en el sector de la electromovilidad, se hizo cada vez más difícil para el grupo justificar el funcionamiento de una instalación con un carácter más comercial y de relaciones públicas que de eficiencia productiva real.
Sin embargo, la fábrica no cerrará por completo. A partir del próximo año, comenzará a funcionar gradualmente como un campus tecnológico e investigativo en colaboración con la Universidad Técnica de Dresde, centrado en tecnologías digitales modernas, inteligencia artificial y desarrollo industrial. La planta también seguirá sirviendo como lugar de entrega de vehículos a los clientes y como centro de visitantes.
