El sistema universitario británico enfrenta un declive pronunciado, una crisis que se gesta desde hace más de una década. En el último año, las universidades han anunciado más de 12.000 recortes de empleo. Un informe de la Oficina para Estudiantes (Office for Students) advierte que el 40 por ciento de las universidades en Inglaterra se enfrentan a déficits presupuestarios este año, con cursos y departamentos en riesgo de cierre. Un gran clima de incertidumbre se ha apoderado del sector universitario.
Varios factores explican esta degradación. Históricamente, el sector universitario estaba financiado por el gobierno y era esencialmente gratuito para los estudiantes. Sin embargo, esto cambió con gobiernos sucesivos que impulsaron la matriculación masiva, donde los estudiantes comenzaron a compartir el costo de su educación.
El gobierno introdujo inicialmente un límite máximo de tarifas de £1.000 (US$1.338) en 1998. Este límite se triplicó efectivamente dos veces – en 2006 y 2012 – llegando finalmente a £9.250 en 2017. En 2024 se produjo un ligero aumento adicional.
En general, los límites de las tarifas han supuesto una carga financiera para las universidades, que aún deben pagar salarios razonables a su personal. A esto se sumó la materialización del Brexit, que llevó a las universidades británicas a perder el acceso a £1.500 millones anuales en subvenciones de la Unión Europea. Para compensar estos costos, las universidades comenzaron a depender demasiado de los estudiantes extranjeros, que a menudo pagan hasta tres veces más que los estudiantes nacionales.
A su vez, comenzaron a sobreinvertir en infraestructuras más llamativas y en más personal administrativo, con vicecancilleres que ganaban un promedio de seis veces más que su personal en 2017, creando un modelo financieramente insostenible.
El Reino Unido parece haber priorizado las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) por encima de SHAPE (ciencias sociales, humanidades, artes para las personas y la economía). Combinado con la mercantilización de la educación superior, esto ha afectado negativamente al sector al reducir la disponibilidad de cursos.
