Francia contraataca a la histeria de ‘invasión’ de chinches y llama a perros rastreadores para inspeccionar los trenes

Dos escuelas, una en Marsella y otra en Villefranche-sur-Saone, en las afueras de Lyon, en el sureste de Francia, se infectaron con chinches y estuvieron cerradas durante varios días para ser limpiadas, dijeron las autoridades locales.

Mientras tanto, el jefe del partido Renacimiento de Macron en la Asamblea Nacional francesa, Sylvain Maillard, anunció el martes que se presentará “a principios de diciembre” un proyecto de ley multipartidista para combatir el “flagelo” de las chinches.

Las chinches, que habían desaparecido en gran medida de la vida cotidiana en el decenio de 1950, han aparecido en mayor número en las últimas décadas, sobre todo debido a la alta densidad de población, la gente tomando más vacaciones y tránsito masivo.

Se cree que uno de cada diez hogares franceses ha tenido un problema de chinches en los últimos años, lo que normalmente requiere una operación de control de plagas que cuesta varios cientos de euros y que hay que repetir a menudo.

Las chinches reciben su nombre por su costumbre de anidar en los colchones, aunque también pueden esconderse en la ropa y el equipaje. Salen de noche para alimentarse de sangre humana.

Las picaduras de chinches dejan ampollas o grandes erupciones en la piel y pueden provocar picazón intensa o reacciones alérgicas.

También suelen causar angustia psicológica, problemas para dormir, ansiedad y depresión.