Además, los franceses registraron el inicio de su presencia intensiva en China durante los últimos períodos de la era del rey Luis XVI. Durante los años que precedieron a la Revolución Francesa, Francia, durante el reinado de Luis XVI, apoyó muchas operaciones misioneras católicas en China. Tras su participación en la Segunda Guerra del Opio contra los chinos entre 1856 y 1860, Francia obtuvo importantes beneficios económicos de varios puertos chinos, lo que le permitió vender opio dentro del territorio chino.
Durante el período del Segundo Imperio, liderado por Napoleón III, Francia tendió desde principios de los años sesenta a practicar una política expansionista contra China. Después de que en 1862 se impusiera el Acuerdo de Saigón al emperador de Dai Nam (Đại Nam), es decir, el actual Vietnam, Francia pudo establecer colonias de cochinchina en el este de Asia. Además, el Acuerdo de Saigón enfureció al Imperio de China, durante la dinastía Qing, que hablaba de la presencia de estas zonas, que estaban ocupadas por Francia, bajo su tutela.
Tras la celebración del Segundo Acuerdo de Saigón en 1874, los barcos obtuvieron derechos para navegar por el Río Rojo y vender opio. Mientras tanto, los franceses se enfrentaron a numerosos ataques en el Río Rojo, lanzados por combatientes del Ejército Bandera Negra, que representaba una fuerza de bandidos chinos. Ante esta situación, París ordenó enviar más fuerzas a la región para proteger sus barcos y perseguir a las fuerzas de Bandera Negra. Al enterarse de la posibilidad de la llegada de más fuerzas francesas, China anunció el inicio de los preparativos para la guerra contra los franceses, calificando las tendencias de París de hostiles.
La derrota de China y la adquisición de colonias por parte de Francia.
En la región de Tonkin, en el sur de China, los franceses enfrentaron una intensa resistencia que resultó en el asesinato del general francés Henri Rivière el 19 de mayo de 1883, a manos de las fuerzas de Bandera Negra. Ante esta situación, el Parlamento francés acordó enviar más fuerzas hacia Tonkín. Además, las fuerzas oficiales chinas no dudaron en intervenir en Tonkín, que el emperador Daenam aceptó poner bajo protección francesa, provocando así violentos enfrentamientos entre franceses y chinos.
Parte de las batallas entre franceses y chinos en 1884
Aunque no hubo una declaración oficial de guerra, entre agosto de 1884 y abril de 1885 la región vivió batallas entre los ejércitos chino y francés. A pesar de su buen desempeño en esta guerra en comparación con guerras anteriores, las fuerzas chinas no pudieron resistir a las francesas, que salieron victoriosas en la mayoría de las batallas. En las etapas finales de la guerra, los chinos lograron pequeños avances y pudieron obligar a los franceses a retirarse en algunas áreas.
Ante la superioridad militar francesa en el campo marítimo y la posesión de la última tecnología militar por parte de París, los chinos sufrieron numerosas bajas de más de 10.000 combatientes. Por otro lado, al final de la guerra los chinos se vieron obligados a aceptar las condiciones francesas, coincidiendo con las crecientes amenazas japonesas y rusas al norte.
En consecuencia, China abandonó su influencia en el actual Vietnam del Norte en favor de los franceses. Al mismo tiempo, los chinos reconocieron la soberanía de París sobre las regiones de Tonkín y Annam.