Las ventas de aceite de oliva en los comercios de España caen mientras el precio sigue subiendo

El precio del aceite de oliva no muestra signos de caer en el corto plazo, ya que las lluvias siguen siendo escasas en muchas partes de España, lo que ejerce presión sobre los cultivos.

Aunque se trata de un árbol al que le encantan las altas temperaturas, el clima de este año ha sido demasiado extremo para ellos, lo que ha provocado una de las cosechas más pobres de los últimos 20 años y escasez de productos. Pero España ha seguido manteniendo su estatus de campeón mundial como exportador de aceite de oliva, lo que explica por qué el precio del aceite de oliva se ha disparado tanto.

El precio por litro se acerca o incluso supera los diez euros. Algunos supermercados se han visto obligados a colocar alarmas de seguridad en las botellas para disuadir los robos. Los precios récord se lo están poniendo difícil a muchos consumidores y los supermercados ya empiezan a notar un cambio en los hábitos de compra.

El director general de Maskom, Sergio Cuberos, dijo a SUR que, aunque el aceite de oliva forma parte de la cultura española, los hábitos están cambiando debido a los precios que están golpeando el bolsillo de las familias, que ya luchan por la inflación. “Estamos en precios récord que están haciendo que el consumo baje. Una botella de un litro ya cuesta lo que cuesta un buen vino”, afirmó.

Las garrafas de cinco litros, que cuestan unos 50 euros, se venden menos. “Donde hemos notado un incremento es en la compra de garrafas de tres litros, que era un formato que antes casi no se compraba”, afirmó Cuberos. “Los consumidores no quieren dejar de consumir aceite de oliva por completo, pero se ven obligados a reducir el impacto que tiene en su factura de compra. Por tanto, podemos decir que esta es una fase de adaptación”, añadió.

¿Qué hay detrás de precios tan altos?

Las malas cosechas son la principal razón de los altos precios. En la provincia de Málaga apenas se han recolectado 30.000 toneladas, un 48% menos que el año anterior. Para una buena cosecha son necesarias precipitaciones abundantes durante los primeros meses del año para que se pueda desarrollar la flor del olivo. Después del verano, a más tardar en octubre y noviembre, las aceitunas necesitan más agua, pero esta temporada no ha sucedido.

Aurelio Martín, director general de Costasol de Hipermercados, regenta varios supermercados Carrefour en la provincia y dijo a SUR que el repentino aumento de costos está teniendo repercusiones. “Las compras han bajado. El número de clientes es el mismo, pero las compras de aceite de oliva han bajado claramente”, afirmó.

Perspectiva negativa

Otra mala noticia para el consumidor es que no se vislumbra una caída de los precios. Asociaciones agrarias como Asaja ya han advertido que las expectativas no son mejores para la cosecha 2023-24. Las estimaciones iniciales apuntan a una temporada similar a la de este año, con no más de 30.000 toneladas previstas.

Según las últimas previsiones de la Unión Europea, la producción de aceite de oliva ha caído un 54% en todo el país. El precio medio del aceite de oliva virgen extra se sitúa actualmente en 9,42 euros, según cálculos de la organización de consumidores OCU de España.