MANILA, Filipinas (AP) — El presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. dijo el martes que la policía incautó el mayor botín de metanfetamina en el país en años sin que nadie muriera, en una sutil crítica a la notoriamente letal represión de su predecesor contra las drogas ilegales.
La policía incautó el lunes casi 1.630 kilogramos (1,8 toneladas) de metanfetamina de una camioneta y arrestó a su conductor en un puesto de control en la ciudad de Alitagtag, en la provincia de Batangas, al sur de Manila. Se estaban llevando a cabo operaciones de inteligencia para arrestar a otros sospechosos, dijeron funcionarios sin dar más detalles.
Conocido localmente como shabu, el poderoso estimulante tenía un valor en la calle de más de 13 mil millones de pesos (228 millones de dólares), dijeron las autoridades.
“Este es el cargamento más grande de shabu que hemos incautado, pero no murió ninguna persona. No hubo disparos y nadie resultó herido porque operamos lentamente”, dijo Marcos a los periodistas en Alitagtag, donde presentó a la prensa las cajas cargadas de droga incautada.
“Este debería ser el enfoque en la guerra contra las drogas para mí y el objetivo más importante es detener el contrabando de drogas ilegales hacia Filipinas”, dijo Marcos, añadiendo que las drogas recién incautadas procedían de fuera del país.
Marcos, que asumió el cargo a mediados de 2022, prometió continuar la lucha contra las drogas ilegales iniciada por su predecesor, Rodrigo Duterte, pero dijo que se haría de manera diferente y se centraría más en la rehabilitación de los drogadictos.
Bajo Duterte, más de 6.000 presuntos traficantes de drogas, en su mayoría pobres, murieron en enfrentamientos con las fuerzas del orden. Los asesinatos generalizados alarmaron a los gobiernos occidentales, incluido Estados Unidos, y provocaron una investigación en curso de la Corte Penal Internacional como un posible crimen contra la humanidad.
La policía dice que ha habido considerablemente menos asesinatos de sospechosos de drogas bajo el gobierno de Marcos, pero grupos de derechos humanos han expresado alarma por los continuos asesinatos y han pedido a Marcos que coopere con la CPI en la investigación de los asesinatos que tuvieron lugar cuando Duterte era presidente y antiguo alcalde del sur del país. Ciudad Davao.
Como presidente, Duterte retiró a Filipinas del tratado fundacional de la CPI en 2019 después de que el tribunal iniciara un examen preliminar de miles de asesinatos durante su represión antidrogas.
Los críticos dijeron entonces que la medida de Duterte era un intento de evadir la responsabilidad. El fiscal de la CPI, sin embargo, dijo que el tribunal todavía tiene jurisdicción sobre presuntos crímenes mientras Filipinas todavía era miembro de la CPI, un tribunal de último recurso para crímenes que los países no quieren o no pueden procesar por sí mismos.
Marcos dijo el lunes a corresponsales extranjeros con sede en Manila que su relación con Duterte es “complicada”. El descarado Duterte ha acusado abiertamente a Marcos de ser un líder débil y de haber consumido cocaína en el pasado, una acusación que el actual presidente ha negado repetidamente.
La vicepresidenta de Marcos es la hija de Duterte, Sara, y fueron elegidos en 2022 con victorias aplastantes.
Marcos renovó su postura de que no traería a Filipinas de regreso a la CPI. Cuando se le preguntó si entregaría a Duterte si la CPI decide emitir una orden de arresto contra él en el futuro, Marcos dijo que no.
2024-04-16 06:14:00
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